11.7.08

Líbranos del mal

Documental sobre los escándalos sexuales de la Iglesia Católica en Estados Unidos. Este turbador documento narra la historia del padre Oliver O’Grady, el más conocido pedófilo de la historia de la iglesia moderna. Depredador sexual compulsivo, carente de remordimientos, O’Grady usó su encanto y su autoridad como líder religioso para violar a docenas de niños de familias católicas por todo el norte de California durante más de 20 años. A pesar de los indicios y las quejas de varios feligreses, la jerarquía de la Iglesia urdió un elaborado plan para enmascarar sus delitos y desacreditar a sus acusadores mientras trasladaban al padre O’Grady de parroquia en parroquia. Unos documentos internos de la iglesia demuestran que violó y sodomizó con el pleno conocimiento de sus superiores. La directora Amy Berg, contactó con el padre O’ Grady, y milagrosamente le persuadió para que interviniera en el rodaje del documental. Utilizando su escalofriante testimonio como punto de partida, la película expone el alto nivel de corrupción dentro del seno de Iglesia Católica, y anima a alguna de las víctimas a narrar sus desgarradoras experiencias.

3 comentarios:

  1. Estimados... puesto que nadie suelta prenda en ningun lado de quienes son los sacerdotes que se han encontrado culpables de pedofilia u otros delitos sexuales... los buenos ateos del mundo podríamos hacer algo similar a la lista gringa de agresores sexuales, donde quedan registrados.

    A diferencia del agresor sexual de niños típico, un sacerdote no tiene que ser amigo de la familia ni vecino para tener posibilidades de abusar de los niños con facilidad. Y si la iglesia no los vigila... porqué nosotros no? Tan sencillo como ir recabando datos de periódicos, organizarlos, y publicarlos en web.

    Le haremos un bien al mundo, por lo menos.

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  2. Anónimo5:38 p. m.

    Meditanto sobre este tema -de actualidad una vez más, según he leído en algún periódico-, me ha sobrevenido una duda acerca de cierta circunstancia de la que hasta ahora no me había percatado: ¿por qué entre el clero se da tal predominio de casos de abusos sexuales a menores, en comparación con los cometidos contra mujeres?

    Saludos

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  3. Anónimo5:47 p. m.

    Por cierto: no es que escriba como "anónimo", sino que soy algo negado en esto de añadir mi dirección al comentario. Si hay curiosidad por visitarla -el tema aquí tratado surge de vez en cuando en ella-, aquí la dejo: www.lacoctelera.com/divagando

    Saludos

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