No hay que ser fanático ni confesional para aceptar que la Iglesia católica y su historia están íntimamente unidas a la historia de España. Esto no significa que el Gobierno tiene que seguir el dogma católico como si fuera la Constitución española. Significa que nos tenemos que llevar bien porque hay muchos españoles que tienen un sentimiento religioso muy digno de ser tenido en cuenta.
José Bono, ministro de Defensa, en Roma. Bono ha negado que Dios "sea propiedad privada de la derecha".
El sentimiento religioso, ¿es digno de ser tenido en cuenta? ¿Qué puede significar eso de ser tenido en cuenta en este contexto? ¿Significa que la batalla por el laicismo debe ser reprimida? ¿Que los crucifijos y otros símbolos publicitarios deben perpetuarse en las escuelas o en otros lugares públicos? ¿Qué la aportación de fondos públicos a la ICAR es algo consolidado e inamovible? ¿Qué el Concordato del 79 es intocable?
María Teresa Fernández de la Vega, aseguró hace unos días que el Ejecutivo socialista no revisará los Acuerdos firmados en 1979 entre la Santa Sede y el Estado español. Tras la reunión privada de hoy entre el Secretario de Estado vaticano y la Vicepresidente del Gobierno español, Sodano comentó que con la buena voluntad se resuelven los problemas y que con España esto será fácil, mientras que De la Vega añadió que la reunión fue muy bien y muy agradable. Pero, ¿a qué viene ahora ese optimismo y qué es lo que será fácil a partir de ahora? ¿Y qué tipo de negociación se está tramitando?
También están ahí las declaraciones de Francisco Vázquez, embajador ante la Curia, con respecto a que la ley de matrimonios homosexuales fue una agresión al Vaticano, y el programa que Ratzinger ha leído hoy a los nuevos cardenales, ese nuevo aire para la Iglesia que se reivindica como poderoso estandarte civilizatorio. Parece que una confluencia de fuerzas medievalistas va tomando ya forma concreta, y a menos de un año de pontificado del Pastor alemán se advierten, aquí y allá, los sospechosos síntomas de una creciente ofensiva oscurantista y totalitaria por parte de la ICAR. Aquella Nueva Edad Media temida por Umberto Eco y aplaudida por el iudoviri Berdiaev hace ya casi un siglo amenaza ahora con levantarse, y las fuerzas tenebrosas que la empujan no dejan de ser las de siempre: la creencia en fantasmas abstractos, la intolerancia, el control del miedo, el desprecio al cuerpo y a la cultura, el síndrome de cruzada, la arrogancia de la casta sacerdotal, el odio y la muerte. Tales son los elementos constitutivos de la religión.
José Bono, ministro de Defensa, en Roma. Bono ha negado que Dios "sea propiedad privada de la derecha".
El sentimiento religioso, ¿es digno de ser tenido en cuenta? ¿Qué puede significar eso de ser tenido en cuenta en este contexto? ¿Significa que la batalla por el laicismo debe ser reprimida? ¿Que los crucifijos y otros símbolos publicitarios deben perpetuarse en las escuelas o en otros lugares públicos? ¿Qué la aportación de fondos públicos a la ICAR es algo consolidado e inamovible? ¿Qué el Concordato del 79 es intocable?
María Teresa Fernández de la Vega, aseguró hace unos días que el Ejecutivo socialista no revisará los Acuerdos firmados en 1979 entre la Santa Sede y el Estado español. Tras la reunión privada de hoy entre el Secretario de Estado vaticano y la Vicepresidente del Gobierno español, Sodano comentó que con la buena voluntad se resuelven los problemas y que con España esto será fácil, mientras que De la Vega añadió que la reunión fue muy bien y muy agradable. Pero, ¿a qué viene ahora ese optimismo y qué es lo que será fácil a partir de ahora? ¿Y qué tipo de negociación se está tramitando?
También están ahí las declaraciones de Francisco Vázquez, embajador ante la Curia, con respecto a que la ley de matrimonios homosexuales fue una agresión al Vaticano, y el programa que Ratzinger ha leído hoy a los nuevos cardenales, ese nuevo aire para la Iglesia que se reivindica como poderoso estandarte civilizatorio. Parece que una confluencia de fuerzas medievalistas va tomando ya forma concreta, y a menos de un año de pontificado del Pastor alemán se advierten, aquí y allá, los sospechosos síntomas de una creciente ofensiva oscurantista y totalitaria por parte de la ICAR. Aquella Nueva Edad Media temida por Umberto Eco y aplaudida por el iudoviri Berdiaev hace ya casi un siglo amenaza ahora con levantarse, y las fuerzas tenebrosas que la empujan no dejan de ser las de siempre: la creencia en fantasmas abstractos, la intolerancia, el control del miedo, el desprecio al cuerpo y a la cultura, el síndrome de cruzada, la arrogancia de la casta sacerdotal, el odio y la muerte. Tales son los elementos constitutivos de la religión.