28.12.07

La pesadilla de los ateos

Argumentos irrefutables en defensa del creacionismo y de la existencia del Gran Espíritu... 01:10.

A propósito de don Bernardo, el obispo de Tenerife

En relación a la entrevista concedida por el obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, al diario "La Opinión" el pasado día 24, en la cual el dirigente eclesiástico expresaba su punto de vista acerca de la homosexualidad, del matrimonio, de los valores de la masculinidad y la feminidad, de la clase de religión, de la cadena COPE y del abuso de menores, entre otros temas de similar importancia, los miembros de la Federación Internacional de Ateos (FIdA) queremos celebrar la sinceridad y la honradez expositiva de dicho individuo, y le animamos a seguir expresándose en el futuro con idéntica contundencia y claridad de ideas.

El obispo tinerfeño no ha hecho sino confirmar la trayectoria integrista y reaccionaria de su santa y apostólica Madre, por lo cual no acabamos de entender la razón por la que varios colectivos LGTB se hayan mostrado sorprendidos por las palabras de don Bernardo. Cualquiera que conozca mínimamente las interioridades doctrinales y la historia criminal de la Secta puede corroborar que el discurso del citado individuo obedece a una estricta y probada fidelidad moral al catolicismo. Nada extraño ni ajeno a éste encontramos en sus declaraciones. Ni cuando afirma que "la homosexualidad perjudica a las personas y a la sociedad" ni cuando expresa su comprensión por los pederastas.

Defendemos, pues, en esta ocasión, el derecho de don Bernardo a transmitir, a la opinión pública, el parecer de la Iglesia en asuntos tan controvertidos, y nos apartamos de cuanta crítica malintencionada haya surgido en determinados medios de prensa. En nuestra opinión, la sinceridad de los obispos es nuestro mejor aliado. Querer transformar a la Iglesia en aquello que no es ni lo ha sido nunca nos parece, cuanto menos, frívolo y detestable. Sea considerando, con la habitual hipocresía del clero, a la sexualidad un vicio, sea justificando el abuso de menores, sea incitando al odio y a la confrontación, sea promoviendo el retroceso de las libertades, el obispo de Tenerife se ha mostrado como un hijo digno y ejemplar de su santísima Corporación, mereciendo por ello todos nuestros elogios.

El silencio cauteloso de sus colegas de la Conferencia Episcopal Española confirma nuestras afirmaciones. Deseamos, para todos ellos, unas felices fiestas y nuestro deseo más sincero de que continúen firmes en la línea ideológica y de acción emprendida. Nuestros fines se cumplirán entonces sin necesidad de mucho esfuerzo añadido.

27.12.07

Frente a la moral religiosa



Javier Fisac & Francisco Miñarro,
Federación Internacional de Ateos (FIdA).

El historiador Julián Casanova se preguntaba, en un artículo titulado “Religión, fundamentalismo y secularización”, publicado recientemente en “El País”, por qué las religiones se mantienen tan vivas a comienzos del siglo XXI, y por qué son cada día más relevantes. Bajo nuestro punto de vista, que surge del substrato del ateísmo y del humanismo absoluto como clave racionalista e interpretativa de la dialéctica social, la advertencia sobre el peligro de los fundamentalismos y los fanatismos religiosos forma parte de nuestra estrategia de comunicación, tal como quedó claro en el I Concilio Ateo celebrado hace unos días en la ciudad de Toledo.

No creímos nunca en la “muerte de Dios” anunciada de manera optimista por algunos intelectuales del pasado siglo, y mucho menos cuando fue utilizada como consigna evangelizadora por parte de ciertos teólogos protestantes. Por el contrario, temimos, junto con el estúpido presagio de Malraux, que el siglo XXI “sería religioso o no sería”. De ahí que la alienación religiosa deba ser sujeto prioritario de nuestro análisis, tanto en sus orígenes como en los posteriores desarrollos prácticos que están dibujando, en cierto modo, el escenario histórico de nuestros días. Sólo a partir de una crítica radical será posible extraer el antídoto que preserve nuestra independencia frente a ella y finalmente la neutralice.

Es cierto que los valores de la religión católica sobreviven en la mentalidad popular, confundidos en el imaginario colectivo con los ritos de paso y de transformación, con el folklore y con las prácticas supersticiosas (devociones marianas, santorales, milagrería…), pero también que el indiferentismo general elude el cumplimiento formal de la liturgia, y por supuesto un compromiso definido con las premisas éticas y con la dogmática que constituye su armadura. Los movimientos y organizaciones religiosas obedecen también a factores y estrategias variables: beneficio económico inmediato, “virtudes teologales” como la obediencia ciega o la ausencia de crítica, y ejercicios de presión y manipulación sobre la opinión pública y las instituciones. Se trata de imponer a la sociedad entera los elementos éticos y categoriales de la tradición religiosa en cuestión, que, en el Catolicismo, como sabemos, se someten al “argumento de la autoridad”.

Toda religión es política. El fundamentalismo religioso, sea cristiano, católico, judío, musulmán o hindú, es una reacción natural del clero, de las clases dominantes y de las burguesías monopolistas, porque saben que la democracia, los derechos individuales y las conquistas del placer, asociadas a la independencia del cuerpo y del pensamiento, ponen en peligro su situación privilegiada. Estas clases y corporaciones clericales retoman hoy el ataque a la autonomía del individuo de los ultranacionalismos de los siglos XIX y XX, especialmente del fascismo y del nazismo, inspirados e impulsados por el antisemitismo católico y por su doctrina social, el corporativismo.

Sin embargo, ninguna religión tiene posibilidad alguna de afirmarse en una comunidad democrática si se enfrenta al placer o lo niega. La moda, el cuerpo, la salud o el bienestar son fenómenos culturales inherentes a la psicología de masas de nuestras sociedades. Para evitar la acción desintegradora que ejercen sobre el pensamiento mágico, el mensaje directo de la fe, en general, interacciona con el fomento de valores idealistas, como la solidaridad, la obediencia a Dios, la humildad o la sumisión del ciudadano a intereses supraindividuales. Y esto es precisamente lo que siempre han hecho los totalitarismos: proponer proyectos supraindividuales, como el interés nacional, la sangre, la raza o la unidad de destino, para integrar en ellos al individuo, y poder así disolverlo. Ninguna religión reconoce a éste como sujeto último de derecho. Para ellas es la familia, el clan, la corporación, lo que constituye el núcleo prioritario y fundamental en el que inocular su mensaje. La autonomía del individuo repulsa a la mentalidad religiosa, que lo quiere sometido, dócil y adiestrado a su ortopraxia. Y la historia del hombre es la historia de su represión, como afirmó Marcuse.

No podemos ignorar que, en una cultura democrática, los elementos de la fe religiosa están en la práctica ausentes de las preocupaciones diarias de la ciudadanía. La deserción litúrgica, la escasez de vocaciones y el proceso de medievalización emprendido por el Papado son factores muy claros en este sentido. En cuanto al Islam, apenas ha variado históricamente su identificación con un molde totalitario, entendiendo por ello la asimilación entre el Estado, la ley, la cultura, la visión teológica y la moral pública y privada. El Islam no puede ser reducido a una simple concepción religiosa. Es un complejo y bárbaro mecanismo de sumisión y de esclavitud social, que tiende a expandirse por todos los resquicios de la vida del creyente. Pero la radicalización de los movimientos religiosos y sus exigencias de presencia pública, en Occidente, se corresponde con el acceso de éstos y/o de sus ramas colaterales a los centros de control y decisión política. Se comprenden así, los fundamentalismos, como afirmaciones teológicas con ansias de totalidad. En todos los casos, ante el síntoma de la pérdida progresiva de su influencia sobre la masa social, se pretenden necesarios como justificaciones de una dogmática codificada y absolutista, de cuya permanencia depende, en realidad, el núcleo más íntimo de sus interpretaciones y el modelo al que aspiran sus reivindicaciones: una moral religiosa sexualmente represiva, asimilada por la población como tradicional, fiable, heredada y proveedora de sentido.

Esta moral represiva aparece como antagonista del placer estético y de las formas de vida hedonistas, que es lo que predomina como práctica y como deseo en las sociedades avanzadas. Por ello, un ejercicio adecuado habría de consistir en dotar a esa práctica no reprimida de morales no represivas, por simple coherencia y por la preservación de la salud mental de la sociedad. De éticas naturalistas, liberadoras, vinculadas a los cuerpos, y no de quimeras artificiales, ontológicas y esencialistas. Modelos establecidas sobre relaciones de complicidad, de igualdad y de autonomía, que frenen el instinto expansivo de la heteronomía y de la coacción religiosa.

Porque no basta con ahondar en la crítica a la religión desde los parámetros de su papel social o de su desarrollo histórico. Hay que descubrir, también, los contenidos que se expresan en las formas religiosas. La crítica al “sacrificio”, por ejemplo, se deriva de que la tendencia a él es un factor fundamental en el mantenimiento de la jerarquía, y la “defensa de la vida y de la familia”, el ariete ideológico más utilizado por el neocatolicismo, implica la consecuencia del prejuicio social de la supremacía del elemento masculino, que sitúa a la mujer como madre en una relación de responsabilidad directa frente a la sociedad. Por otra parte, los conflictos interiores nacen a partir de las presiones originadas en el orden familiar, que en sí mismo es un orden traumático y no liberador.

Pero los conceptos éticos no pueden ser abandonados en manos del enemigo. Plantearse el ateísmo como elemento de transformación social implica, de forma natural, la afirmación de la libertad y de la felicidad, y reducirlo a una negación de un dios o de muchos dioses equivale a aniquilar su función éticamente revolucionaria. El ateísmo, sin duda, es un elemento fundamental en la lucha por la emancipación de los seres humanos. Y el problema de la transformación social ha de ponerse en sintonía con la cuestión de la liberación de los principios autoritarios interiorizados por el individuo. Precisamente por ello, el bienestar individual se apoya en dos pilares principales: la libertad política y la libertad sexual, a las que debe añadirse el progreso económico y científico-técnico, aunque éste pueda darse de forma independiente.

En última instancia, la libertad sexual es la garantía de la libertad política. El ataque de todos los fundamentalismos se dirige contra el placer. Fomentando su moral represora, apuntando a los cuerpos, a la desnudez, a la evidencia humana más directa, debilitan el marco de nuestras libertades. El mecanismo viene de antiguo. Disgregando al individuo como elemento básico de las elecciones existenciales, y sometiéndolo a códigos impositivos patriarcales, se elimina la posibilidad de la rebeldía, de la negación y de la reflexión política. El proyecto religioso consume así la tendencia libertaria de los cuerpos, la felicidad entendida como participación social y como afirmación sexual, reduciéndola a simple función generadora sometida y enmarcada en una estrategia de dominación más amplia. De ahí la estratificación de los sexos y la perversa criminalización de las actitudes e inclinaciones contrarias o ajenas a la norma dictada.

La represión sexual y la manipulación de los cuerpos posiblemente sea la fórmula más inmediata para someter y esclavizar a la población, y se engloba dentro de un mecanismo mucho mayor de control social, que es el idealismo religioso en cualquiera de sus aspectos. Sólo desplegando una interpretación racional de la aspiración humana a la felicidad, y denunciando la artificialización metafísica construida por los vendedores de trascendencias, será posible la recuperación de un marco ético liberador basado en el placer, en la igualdad y en la autonomía del individuo. Un marco ético, por definición, ateo, humanista e irreligioso. O, en otros términos, plenamente realista y empírico, que favorezca la capacidad humana para construir otro mundo. No es otro nuestro proyecto final.

26.12.07

The reason for the season.

The Infidel Guy interviews Acharya S. to discuss what Christmas is really all about. Intro done by "Hydra". 48:50.

20.12.07

Conclusiones del I Concilio Ateo de Toledo


Ponencia (¿?) presentada por Francisco Miñarro, Coordinador de la Federación Internacional de Ateos (FIdA) durante la “Jornada Laicista Valladolid 2007” organizada por la Asociación Cultural Escuela Laica de Valladolid y por Europa Laica. Sábado, 15 de diciembre de 2007. Centro cívico "El Campillo", Valladolid (España).

Buenos días.

Juan Francisco González Barón, Presidente de Europa Laica, me solicitó que expusiera ante vosotros las conclusiones obtenidas a raíz del I Concilio Ateo, organizado por la FIdA la semana pasada y que tuvo lugar en la imperial ciudad de Toledo. Lo cierto es que, tras lo que un titular de prensa denominó “el rosario del concilio ateo”, la conclusión más evidente es que todavía, en un país oficialmente laico como el nuestro, la celebración de un encuentro de ateos, llenos de inocencia y de buenas intenciones, puede encontrarse con una multitud de trabas y de problemas procedentes no sólo de la secta católica, sino principalmente de organismos e instituciones públicas que, también oficialmente, se denominan “democráticas”.

Todo comenzó hace unos meses, cuando iniciamos un proceso de negociación con el concejal toledano de Izquierda Unida, Aurelio San Emeterio. Nos prometió la utilización, gratuita, de un centro social con nombre de virgen, situado a diez kilómetros de la ciudad. Contábamos con la posibilidad de ciertas reticencias por parte de don Emiliano, el alcalde socialista que recibió alborozado unos meses antes las reliquias de san Ildefonso. “Dejadlo de mi cuenta” –nos dijo. –“Mejor que no se entere de esto hasta que sea cosa hecha”. Por entonces, preveíamos el Concilio para primeros de noviembre. A menos de un mes, empezamos a notar una suerte de “pánico escénico” por parte de Aurelio. No respondía a los e-mails, y su amable secretaria ensayaba constantes evasivas telefónicas. Tampoco nos proporcionaba los planos técnicos de la sala, ni parecía ser consciente de la inminencia del Concilio. Una llamada me abrió los ojos.

- “Paco, esas fotos de Montoya son muy fuertes, ¿no? Yo no las conocía”.
- “Bueno, ya sabes, ocasionaron las iras del obispo Cañizares y se montó no hace mucho un escándalo político de cierta envergadura. El Partido Popular quiso sacar tajada, aunque finalmente quien la obtuvo, y bien grande, fue la Iglesia católica, con aquel millón y medio de euros que le rapiñó al blandito de Ibarra para promocionar el turismo en el monasterio de Guadalupe. Pero, ¿hay algún problema?”
- “El alcalde se ha enterado por la prensa… Y no está muy contento”.
- “Ya, supongo. ¿Y?”
- “Pues, que como con Bassi ya se produjo en Toledo una situación complicada, y lo de Montoya es inaceptable, pues…”
- “Mira, Aurelio, a estas alturas, el que no dispongamos aún de la confirmación oficial para utilizar el centro social es una putada. Me dijiste hace semanas que había que pagar una pequeña cuota para el seguro de responsabilidad civil, y los compañeros de FIdA en Toledo llevan tres días intentando hacerlo, pero les dicen que el funcionario está de baja, o que no encuentran el papel o el sello. Vamos a concertar una entrevista con el Alcalde, porque el tiempo se nos hecha encima y no quiero cambios de última hora”.

No nos recibió don Emiliano. Daba muchas ruedas de prensa por aquel entonces. Sí lo hizo Ángel Felpeto, concejal de cultura y militante del PSOE, quien se presentó ante nosotros como “católico practicante”, y cuyo argumento primero consistía en el mantenimiento de la “pax toledana”. No iban a admitir la exposición del Sanctorvm, ni la actuación de Leo Bassi. Si queríamos hacer el Concilio ateo, sería bajo esas condiciones. Aurelio estaba presente, de pie, con claros síntomas de incomodidad. Felpeto, en su sillón, se dirigió a él en tercera persona. “Éste ya aprenderá, que todavía es joven”. Le hablamos del derecho a la libre reunión, de la libertad de conciencia, de la Constitución española… “No se trata de derechos –dijo-, sino de evitar complicaciones”. Don Emiliano llamó por la línea interna dos o tres veces, interesándose por la “negociación”. Salimos del despacho realmente preocupados. No habría Concilio. Aurelio nos comentó, minutos después, lo que el Alcalde le había dicho: que “de ninguna de las maneras se iba a celebrar en Toledo una reunión de ateos, y menos en un espacio público. Ni con fotos ni sin fotos”.

Y, naturalmente, se montó un buen “pollo” en la prensa local, cuando al día siguiente contamos a los periodistas el desarrollo de la reunión, calificando al bueno de don Emiliano de “aprendiz de inquisidor” y manteniéndonos firmes en nuestra postura. Celebraríamos el Concilio a pesar de todo, con apoyo municipal o sin él, en Toledo, aunque quizá no en las fechas previstas. Fue un farol en toda regla. No teníamos ni idea de lo que íbamos a hacer. Justo antes, además, nos habían informado de que tampoco el centro social se nos iba a ceder gratis. 39 euros la hora, por 30 horas de utilización, sumaba un buen pellizco para las arcas imperiales.

Quizá lo más interesante de todo esto es que comenzara a movilizarse la ciudadanía. El debate sobre el laicismo salía a la luz del día, y la prensa local anunciaba en portada, con grandes titulares: “No se celebrará el Concilio ateo”. Los populares se frotaban las manos. Aplaudían la decisión del Alcalde, sabiendo que le habíamos colocado en una situación compleja de la que saldrían, posiblemente, beneficiados. Cañizares, el obispo primado, defendió incluso ante la Agencia Europa Press el derecho de los ateos a pensar lo que les viniera en gana, mostrándose respetuoso con la libertad de conciencia y delegando en don Emiliano la responsabilidad del veto. Montamos entonces una pequeña campaña de acoso, enviando cartas de protesta y destapando las virtudes democráticas de la izquierda toledana. Esta situación de polémica, vivida intensamente en la calle, propició que diversos colectivos sociales convocaran una rueda de prensa, haciendo público en ella un “Manifiesto por la libertad de expresión”. Dirigentes de sindicatos y de asociaciones laicistas, el Consejo de la Juventud, colectivos GLTB, asociaciones vecinales y ciudadanos independientes instaron al Ayuntamiento a rectificar su postura. Comisiones Obreras, por boca de su Secretario General en Toledo, ofreció a la FIdA la utilización de sus locales para el Concilio, y a la vez, de forma casi providencial, encontramos a un amigo y un aliado en el escultor Fernando Barredo, “Loc”, director del Círculo de Arte. Públicamente invitó a la FIdA a usar la sede del mismo, una antigua iglesia mudéjar, la de san Vicente, situada en pleno centro de la ciudad, en el casco, y a escasos metros del Obispado. Conectada en el pasado con la Casa de la Inquisición, el espacio ofrecía las condiciones idóneas para nuestro blasfemo Concilio. Y aceptamos el envite, aunque obligados a un cambio de fechas. Esta vez parecía definitivo. El Concilio ateo se desarrollaría en Toledo, en una iglesia desacralizada de titularidad municipal, del 7 al 9 de diciembre, en pleno puente de la Inmaculada Concepción. Más herético, imposible…

Pero las presiones se multiplicaron sobre los socios y la Junta Directiva del Círculo de Arte, y la prensa católica lanzaba sus dardos. Había intereses muy claros para evitar el Concilio. En la sede de la Conferencia Episcopal empezaban a preocuparse. Imagino a Rouco Varela al habla con Cañizares:

- “Antonio, ¿pero cómo se te han colado los ateos de esa manera en tu casa?”
- “Ay, Antonio María, no sé qué ha pasado, en serio. Emiliano me dijo que esto se solucionaba en un plis-plas. Y ya ves…”.
- “Pues como se entere el jefe se va a cabrear mucho, ya verás”.

Fue convocada una Asamblea en el Círculo. Se preveía la destitución de Loc como Presidente, a no ser que se consiguiera el apoyo de varios dubitativos, no pocos de ellos tan católicos como el grupo municipal socialista. Debíamos transmitir a la Asamblea nuestro compromiso de evitar provocaciones. A las 22 horas recibí una llamada de Loc. La cosa estaba complicada. Me habló de estrategias, del ojo de Polifemo y del talón de Aquiles. De atacar con inteligencia donde más les doliera. Si prescindíamos del Sanctorvm, la votación estaba ganada. No tendrían argumento alguno. Defenderíamos el carácter estrictamente cultural y académico del evento. Hablé con Montoya y le dejé a él la decisión. Se mostró solidario con Loc, no tenía interés alguno en ser crucificado de nuevo. Llamé a Bassi. Le pregunté si en el espectáculo había elementos ofensivos. Me respondió con absoluta claridad: “La Revelación es un alegato por el laicismo y por el ateísmo, que se ha representado multitud de veces en institutos y espacios públicos”. La campaña de desprestigio provenía de la prensa católica, como siempre tan fiel a la verdad. Le envié un SMS a Loc, pasadas las 23:30 horas. La Asamblea finalmente aprobó, por un estrecho margen de votos, que el Concilio se celebrara en tan santo lugar.

Una observación procedente. A un organismo público, como el consistorio de Toledo, puede exigírsele, por derecho, que respete las libertades y derechos que la Constitución española ampara. Aunque limitada, tímida y producto de un consenso tramposo, es el marco legal en el que actualmente podemos convivir. A una asociación privada, sin embargo, no cabe exigirle más que aquello a lo que esté dispuesta a consentir, de acuerdo con su funcionamiento interno, con sus objetivos y con su programa de actuaciones. Sirva esto como argumento concluyente frente a algunas críticas recibidas.

Superada, o casi, la polémica política, reaparecieron los escribientes beatos con acusaciones delirantes. Un artículo aparecido en el diario ABC y titulado “Cementerio y aula de ateísmo” pretendió que la opinión pública se alzara en nuestra contra. Quiso incluso resucitar a los ilustres muertos que reposan sus polvos en el subterráneo del Círculo. “Si yo fuera toledano –afirmaba ese integrista metido a historiador local- no permitiría que sobre las tumbas de mis antepasados se hablara de cosas contrarias a la fe”. Buen golpe. Aunque es de suponer que tanto excelentísimo cadáver ya debe tener los oídos carcomidos y bastante acostumbrados al jaleo, puesto que el Círculo de Arte de Toledo funciona como discoteca y sala de actuaciones musicales de jueves a sábado. Pero, ah… eso de negar al sumo hacedor del Catolicismo y a su hijo único, parido de una virgen preñada por un pájaro, les debe resultar excesivamente ruidoso.

Se produjo entonces una especie de pacto de silencio. Mejor que no se hablara mucho del Concilio en la prensa, porque se habían tocado algunas delicadas fibras políticas, y el Sr. Bono acababa de presentar su candidatura como cabeza de lista por el PSOE en Toledo. Hicimos público nuestro “Manifiesto por la Excomunión”, para caldear un poco los ánimos, y tuvimos conocimiento además de que un grupo ultra, bastante folklórico, la santanderina y esotérica “Unión en Defensa de la Familia” (véase en el Google, porque no tienen desperdicio), pretendía manifestarse el sábado 8 de diciembre a las puertas de nuestro Concilio. La delegación de Gobierno no se lo autorizó. Personal de la agencia EFE nos informó, en la soleada mañana del sábado 8, que, puestos en contacto con los tradicionalistas, éstos les confirmaron haber desistido de su intención, pero insistían en su ladrido. Lo que según ellos estábamos haciendo en Toledo era una pura blasfemia que atentaba contra el artículo 525 del Código Penal, y constituía un atentado contra la libertad religiosa, por lo que amenazaron con emprender acciones legales contra la FIdA. “Esperamos –dije- con las manos abiertas todas las denuncias que provengan de ese grupo de subnormales”. La prensa fue amable y cautelosa, no obstante, y omitió mis palabras. Aquí y ahora no tenemos necesidad de ello.

Sin embargo, no faltarían costumbrismos, igualmente góticos y atractivos. El Concilio abrió sus puertas el 7 de diciembre. Nunca antes el movimiento ateo en España se había mostrado tan irreverente y osado. La asociación “Deo Gratias” convocó a una misa en desagravio para el día siguiente. El dato aún no había sido confirmado. Según un comunicado hecho público en internet por los paladines neocatólicos que la pretendían en la iglesia de santo Tomé, la más rica de España y en la que se expone el conocido entierro del Theotokopoulos, fueron “cientos de toledanos” los que acudieron al santísimo acto de desagravio. El obispado de Toledo negó la información. No pudimos acudir a grabarlo en vídeo. Lástima, hubiera sido un éxito en el Youtube. Un centenar de impíos, reunidos en una iglesia, hablando de libertad de conciencia, de laicismo y de activismo ateo. Todo un pecaminoso espectáculo, al parecer. Por precaución, el sacrificio de infantes y la violación ritual de vírgenes se realizó en la tercera planta del hotel en que nos alojábamos. Evitamos así la mala imagen pública que nos hubiera ocasionado el hacerlo sobre tanto ilustre cadáver.

Finalmente, ¿qué se hizo en la vieja iglesia-discoteca, que tanto había alarmado a alcaldes socialistas, a concejales progresistas, a obispos papables, a la prensa y a la opinión pública? Debatir. Fueron tres días de un experimento social pionero, en el que un grupo de intelectuales, de artistas, de científicos, de activistas, de filósofos y de historiadores se dedicaron a algo tan simple como tratar de la amenaza que suponen los fundamentalismos, y de su afán por intervenir en el espacio común, en la cultura, en la vida política. Tres días en los cuales se abordó la idea del ateísmo como alternativa racional frente a la superstición religiosa, desde el terreno del pensamiento y de la realidad, buscando soluciones prácticas basadas en la educación científica y laica, en la exigencia de nuestros derechos, en el empleo de nuevos medios y herramientas de comunicación, siempre del lado de la defensa de la libertad de conciencia, de creación y de reunión. A la vez, fueron tres días de contactos, de interacción, de establecimiento de lazos y relaciones. Y quizá haya sido esto, precisamente, lo más atractivo y hermoso del I Concilio Ateo. Porque, ante el fundamentalismo y la radicalidad de la religión y del pensamiento supersticioso, de su empleo del poder, de su ansia de control, unos cuantos descreídos habíamos logrado vencerlos, obstáculo tras obstáculo, con el simple argumento de la racionalidad y con las meras armas de nuestra voluntad y de nuestro compromiso.

Gracias a todos por vuestra atención y por vuestro apoyo.

Apertura de la III Jornada del I Concilio Ateo


Francisco Miñarro,
Coordinador de la Federación Internacional de Ateos (FIdA)
Toledo, 09.12.07

Cada vez con mayor frecuencia, la libertad de crítica y de expresión sufre los ataques fundamentalistas de quienes, habiendo renunciado voluntariamente a la razón, elevan la exigencia del respeto a sus convicciones por encima de aquellas. Esta situación apenas hubiera sido previsible hace unos años. La venenosa zarpa de la Iglesia católica, el largo brazo de la ramera de Roma, alcanza ahora el nivel de las decisiones políticas y del espacio público, y contribuye, como podemos ver, a adentrar a la cultura en el callejón sin salida de la domesticación y la vigilancia.

Pero no sólo intentan silenciar nuestros derechos. Pretenden además catalogarlos como delitos, arguyendo límites cuyo origen teológico basta para demostrar su falsedad. Porque las doctrinas, los mitos y los dogmas no pueden ser sujetos jurisdiccionales, y, por ello, apenas merecen más consideración que las pseudociencias, que la alquimia, la astrología o la magia.

La censura impuesta a Leo Bassi en multitud de ayuntamientos españoles, o el escándalo mediático y el acoso profesional sufrido por el fotógrafo JAM Montoya, son ejemplos del terrorismo cultural propiciado por el clero más siniestro y por los adiestrados fieles que manejan la administración pública y los diversos centros de poder. Y no se trata de ejemplos aislados. Durante el último año se han repetido decenas de situaciones más o menos similares, producto de una estrategia integrista que pretende reducir la cultura a un cuestionable objeto de mercado, y que confunde la desnudez con la pornografía, o la libertad de conciencia y de expresión con la “blasfemia”.

Los asesinos de la razón están ahí, en forma de obispos indignados, de abogados ultras, de fanáticos religiosos, de inquisidores agradecidos, de legionarios de la represión y de traidores de la democracia. Frente a ellos, en pie, nos encontramos hoy nosotros, los miembros de la Federación Internacional de Ateos, dispuestos a abordar un proyecto ético y cultural renovador.

No claudicaremos. El sufrimiento y la sangre de millones de herejes, disidentes y librepensadores a lo largo de la historia no fue en vano. Los verdugos de siempre temen que, de nuevo, su voz adquiera actualidad. Lo dijimos antes y lo decimos ahora:

NUESTRA LIBERTAD ES INNEGOCIABLE.

Muchas gracias.

Documento de apertura del I Concilio Ateo



Francisco Miñarro,
Coordinador de la Federación Internacional de Ateos (FIdA).
Círculo de Arte de Toledo, 07.12.07

¿Por qué un “Concilio”? ¿Y por qué en Toledo?

Intentaré dar una respuesta definitiva a estas dos cuestiones que, desde hace semanas, se nos han planteado de forma persistente.

Un Concilio es un encuentro, pero un encuentro que se pretende capaz de hallar respuestas, de llegar a conclusiones. En la perspectiva de una estrategia que busca recuperar el sentido de la existencia humana mediante presupuestos ajenos al condicionamiento religioso, el abordaje semántico es una herramienta imprescindible, puesto que el lenguaje, en sí mismo, es quizá la herencia más democrática y más liberadora de cuantas se nos han transmitido.

El filósofo Feuerbach encontró la esencia de la religión en la proyección abusiva de los significados de la naturaleza humana, transferidos a ficciones teológicas que despojaban a ésta, finalmente, de contenidos. Este robo gnoseológico se relaciona directamente con una estratagema, la de la apropiación indebida de las palabras. Un ejercicio practicado hasta la saciedad por los especialistas de la religión.

No es término, el de Concilio, que pertenezca exclusivamente a la tradición católica. En realidad, ningún término le es propio de manera privativa. Su depósito de creencias es un heterogéneo conjunto de adquisiciones, préstamos e interpretaciones que habrá de serle despojado algún día. Al liberar a ciertos elementos lingüísticos de su encierro teológico, ejercemos nuestro derecho a la justicia y a la compensación.

Queremos hablar de fundamentalismo. Somos ateos, y creo que por eso amamos tanto la naturaleza, la vida y el conocimiento. Por eso, también, nos preocupa el rumbo que puede adoptar la historia, el proceso involutivo que parece darse en gran parte de las sociedades.

Las situaciones conflictivas, las interacciones entre el espacio público y la fe religiosa, la ambición desmedida de sus portavoces, su intolerante intromisión en los asuntos del Estado, se han convertido en un lugar común normalizado, cotidiano, al que la escasa cultura democrática de la ciudadanía no encuentra medios de oposición. El proyecto laicista incluso es considerado por la mayoría como algo secundario, prescindible dentro de un ámbito de convivencia excesivamente inclinado a evitar riesgos y confrontaciones. Como un fluir hacia un nuevo Medievo, las exigencias expansivas de la fe, en especial las del monoteísmo absoluto del Islam y las de las distintas versiones del neocristianismo evangélico, del catolicismo romano y de la ortodoxia oriental, van minando paulatinamente el campo de nuestras libertades. Nos adentran en su ritmo y en su territorio, con la intención de hacerlos omnipresentes y de convertirlos en valores dominantes.

Simbólicamente, el impulso de re-evangelización, de re-catolización de la sociedad, representa una versión compleja del viejo mito del rapto de Europa. A los credos históricos se une, además, una pléyade de nuevas formas de religiosidad, la mayoría de las cuales se limita a ejercer técnicas de control y de distorsión mental aprendidas de sus hermanas mayores.

Toledo, esta ciudad maravillosa que nos acoge, también parece sufrir un rapto, cuando oímos de boca de algunos de sus representantes políticos, de los tramposos desinformadores de cierta prensa y del clero parásito que les alimenta, el mensaje unívoco de su “catolicidad”. Nunca, en una democracia básica, puede un territorio identificarse con un discurso teológico concreto. Durante mucho tiempo fue así, de igual modo que España entera se confundió con el nacional-catolicismo durante la dictadura franquista, o que en Irán se declaraba el “Estado islámico” tras la revolución chiíta. Pero habitamos ahora en una democracia. Imperfecta, desigual, limitada. Mas, con todo, democracia.

Los fundamentalismos son eso, precisamente: afirmaciones teológicas con pretensiones políticas. Recordando a Azaña, pienso que Toledo ya no es católica. Por mucho que se empeñen los cardenales, se entreabrió ya la puerta hacia un espacio plural, en el que el derecho a la libertad de creer o no creer, o de creer en esto y no en aquello otro, debe ser respetado como norma fundamental de convivencia. ¿Que era más difícil celebrar aquí un Concilio Ateo? Sí, sin duda. Y precisamente por ello el desafío planteado adquiere un valor añadido.

Pero la ofensiva de la evangelización, dotada recientemente por Ratzinger de un “panzer” en forma de encíclica contra el ateísmo, no admite sutilezas. La fe es invasora, no quiere límites a su expansividad. Precisamente por ello abordamos el proyecto de una red, de una plataforma atea que busque neutralizar el poder de la religión.

Nuestras acciones, declaraciones e iniciativas habrán de ser continuas, incidiendo siempre en una serie de elementos clave: la vinculación de la Iglesia y de los integrismos religiosos con el totalitarismo, la peligrosidad de su moral con respecto a las libertades y derechos individuales, su desmedida afición a la rapiña y la denuncia de su historia criminal.

Nuestra intención no es otra que la de impulsar una renovación ética e ideológica a partir de la actualización de los principios y contenidos de la Ilustración: la razón, las libertades, la autonomía del individuo, el hedonismo, la solidaridad y la justicia. Y, por lo tanto, la trayectoria a seguir será siempre la afirmación del ser humano, del cuerpo, de la búsqueda del placer, entendido como la aceptación plena y libre de la existencia, como el único fin en la vida y como el solo escenario posible para la expansión y la práctica de virtudes éticas y de políticas responsables. Con ello nos enfrentamos directamente a los valores clericales de la obediencia, el castigo, el sacrificio y el dolor. Tocamos así su punto más débil: la evidencia de su eterna manipulación de los cuerpos y de las conciencias mediante técnicas psicológicas de control.

Y la manera de ejercer esta renovación cultural será, además, por medio de un proyecto imaginativo, que promueva la participación, el debate y el análisis. Contando con la complicidad de intelectuales, políticos, artistas y ciudadanos conscientes. Demostrando no sólo una completa coherencia en la línea adoptada, sino un serio compromiso y un claro nivel de exigencia. Desarrollando nuevos lenguajes y formas de comunicación. Aclarando finalmente a los conservadores de derecha e izquierda por qué el ateísmo es un factor imprescindible para abordar una necesaria transformación social.

Iniciamos un movimiento nuevo. Que no nos satisfaga la adaptación mimética a las viejas estructuras funcionales. Promovamos la creación poética y la razón científica, el juego social, el empleo de nuevas técnicas y de nuevos modelos y el uso de las herramientas adecuadas a la guerrilla cultural en que nos hemos constituido.

Seamos claros y contundentes, ya que por fin podemos decir en voz alta aquello que pensamos. Aquí y ahora.

Bienvenidos al Primer Concilio Ateo.

18.12.07

La falacia del Jesús histórico

El cristianismo, junto con todos los restantes sistemas de creencias teístas, es un fraude. Apoya la ciega sumisión a la autoridad, reduce la responsabilidad humana al hecho de que "Dios" lo controla todo, y de hecho se puede justificar toda clase de crímenes en nombre de la "Verdad" divina. La religión es esclavitud. Y, lo más importante, hace más poderosos a los que conocen la verdad, pero usan el mito para manipular y controlar a las sociedades. El mito religioso es el mecanismo más poderoso que jamás haya sido creado, y sirve como terreno psicológico donde otros mitos de control social pueden prosperar. 04:33.

La enferma creencia en el Infierno

Richard Dawkins. 04:09.

2.12.07

Exigiendo nuestra excomunión en Valencia

29.11.07

16:30 h.

El compañero Miguel y yo nos plantamos ante la puerta del Arzobispado. Hay dos vehículos oficiales aparcados, y una furgoneta de Barrachina (cattering a domicilio, bastante casposo). Siete u ocho curiales muy sonrientes, con el pelo cano, animan el escenario. Una lechera de la policía nacional permanece estacionada a pocos metros. Nos sentamos bajo la estatua de un arzobispo de extraña y sospechosa postura, que da la espalda a una plazoleta arbolada.

16:40 h.

Un fotógrafo deambula frente a nosotros, con signos de aburrimiento. Es evidente que espera algún tipo de espectáculo. Se aproxima a la estatua clerical y se presenta. Es del diario Levante, y nos pregunta por lo del Manifiesto. Le estrechamos la mano. Y cruzamos algunas palabras sobre las dificultades de los apóstatas y contra la mafia clerical y el puñetero concordato franquista.

16:45 h.

Los clergymen de la puerta se han deslizado hacia el interior del edificio. Las puertas están generosamente abiertas. Agarro un manifiesto y compruebo que llevo el rollo de celo invisible en el bolsillo del abrigo. Allá voy. Tres pasos dentro del vestíbulo accionan de inmediato el resorte de una suerte de bedel trajeado y con cara de pocos amigos. Muy, muy colorada, por cierto. Una ostensible joroba realza la elegancia del portero, que no alcanza los setenta años ni el metro y medio de estatura.

-"¿Dónde van ustedes?"
-"Buenas tardes. Quisiéramos colgar este panfleto en la pared. Va dirigido al señor cardenal. Hace unos días le enviamos un escrito, del cual queremos nos dé una respuesta".
-"Ah, no, de eso nada. Aquí está prohibido poner carteles. Cuélguenlo ahí fuera, en la calle".
-"Muy bien, pues muchas gracias. Ahora mismo lo fijamos en la fachada de ladrillo".

Mientras adhiero el A3 en la pared exterior, oigo a mis espaldas un portazo. El catolicísimo empleado ha cerrado ambas hojas, temiendo algún asomo de violencia callejera, pero no transcurren ni dos segundos para que una de ellas se entreabra y deje ver el atento ojo del polifemo. Otro portazo al girarme. Aprovecho el momento para fijar un segundo manifiesto en esas puertas de madera tan noble, pero tras cortar dos o tres tiras de scott surge de las tinieblas el hijo de Poseidón y, en un arrebato de furia, agarra el papel, lo arruga con muy mala leche y lo tira al suelo. Otro portazo. El fotógrafo hace su trabajo, y el compañero Miguel graba la escena en vídeo. Mientras tanto, la veintena de manifiestos que descansaba bajo el arzobispo de piedra va menguando. Paseantes desocupados y señoras con perrito han descubierto su presencia y los secuestran como atractiva propaganda de rebajas. Al menos, cuando nos damos cuenta, todavía quedan cuatro.

17:00 h.

Nos dirigimos hacia la catedral. Aparece una compañera de las que tampoco creen en dioses, y se lamenta de haber llegado tarde. Vale, tampoco habíamos convocado una manifestación, ¿no?

Las puertas están cerradas, y unos cuantos municipales vigilan las esquinas, pateando la estrecha calle del Micalet de un lado para otro. También hay gente de paseo, no poca. Y dos o tres punkis mirando el cielo. Docenas de palomas ejecutan ritos nupciales. Me aproximo con otro cartelito a la restaurada Puerta de los Apóstoles. Los relieves y las cabezas de clavos no permiten fijación alguna, pero el dintel presenta una superficie adecuada. Ahí lo pego. Dos golpecitos a mi espalda. Cuatro policías con gafas de espejo.

-"Buenas tardes, caballero. ¿Qué está Vd. haciendo?"
-"Buenas tardes, señores. Como pueden ver, colgando aquí un cartel para que el obispo se dé por enterado de nuestra exigencia de excomunión".
-"Pero, hombre, eso no puede ponerse ahí, toda esta fachada es un monumento protegido. Quite eso inmediatamente".
-"Ande, no sea usted así, que un simple celo que no va a afectar a los sillares".
-"Sea lo que sea, aquí está prohibido fijar carteles. Llévese el papel ese y no se busque problemas".
-"Vale, vale. Y, ¿ahí enfrente lo puedo colocar?"
-"Mire, toda la plaza está protegida. Mejor será que se olvide y no busque complicaciones".
-"Buenas tardes, entonces".

Y, con sumo cuidado, retiro el manifiesto herético de bajo los pies de Santiago el Menor y lo enrollo. La compañera atea ha desaparecido bajo tierra. No volvemos a verla.

17:05 h.

A escasos metros está la basílica de la "Virgen de los desamparados", conocida como “la geperudeta”. Algunos todavía recordarán al viejo Alois, cuando el año pasado se encomendó a ella con perfecto acento de alemán de Baviera: “la-che-pe-rhu-dee-ta”. Los palomos prosiguen imperturbables su acoso sexual. Me adentro en el edificio barroco y veo un tablón de anuncios, con el horario de las misas, propaganda variada de la moderna “autofinanciación” de la santa Madre y algunas súplicas de solidaridad para con los negritos hambrientos del África misteriosa. Coloco el mismo manifiesto, que ya tenía los pedacitos de celo adheridos. Salgo fuera. Entran fieles. Miran el papel, sin notar nada extraño. En rojos caracteres latinos se lee: "Actus formalis defectionis ab Ecclesia catholica". El logo de FIdA preside la parte superior. Ni caso, el vulgo entiende poco de latines. Aguardamos alguna reacción, pero el espíritu santo parece ocultar esta evidente blasfemia a las miradas pías de sus adictos. Nos vamos. También el fotógrafo, deseándonos suerte. Se lleva su panfleto, ya que, según nos dice, los periodistas son demasiado vagos como para bajárselo de internet. Es el momento de acudir a las oficinas anexas del obispado, para que nos sellen el escrito dirigido al flamante cardenal García-Gascó.

17:15 h.

Atravesamos de nuevo los dominios de Polifemo. Esta vez hay dos policías esperándonos. Les han llamado por teléfono, asegurándoles que tres individuos andaban buscando gresca y que han tratado de pegar un cartel en el sacrosanto palacio del obispo. Les explicamos, con una sonrisa, que nuestra intención era esa, sí, pero que tras la advertencia del hombrecito acatamos su consejo de colgar en la fachada el papelote, sin más. Naturalmente, del Actus Formalis no quedaba rastro alguno. Nos piden la documentación. Preguntamos si acaso se nos ha denunciado.

-"No, no, tan sólo nos han avisado de que había un problema".
-"Bueno, tanto como un problema... Estamos realizando una acción de protesta, sí, pero dado que vivimos en un Estado laico, nos parece sumamente inocente el colocar un papel en la fachada de la residencia arzobispal. Tan sólo deseamos una simple respuesta de la Iglesia, ya que les dirigimos días atrás este mismo escrito y aún no nos han contestado. Vamos a realizar esta misma iniciativa en varias ciudades".
-"Sí, claro, tiene usted razón, estamos en un Estado laico, pero tengan en cuenta que meterse aquí con un documento que va contra ellos, pues... vamos, que todo tiene sus límites, ¿no?"
-"Por supuesto. Sin embargo, no hemos pretendido abusar de nadie. Se nos aconsejó que colgáramos el escrito en la fachada, que dentro no se podía, lo cual hicimos sin apenas rechistar ni oponer quejas".
-"Saquen sus carnés de identidad, por favor".
-"Sí señor. Aquí los tiene".

Apuntan cuidadosamente nuestros datos en su libretilla. Nos confirman que, en caso de que se presentara una denuncia, se pondrían en contacto con nosotros. Le digo que yo vivo en el campo y que ningún cartero ha acercado jamás la nariz por la esquina de mi casa. Les da lo mismo. Nos preguntan por el tercer individuo.

-"Ah, era un periodista, pero ya se fue".

Nos despiden amablemente. Avanzamos hacia la oficina del registro, a dos manzanas de allí.

17:30 h.

Las puertas están abiertas esta vez. Hay un empleado de pie, con gafas y un jersey a rayas de colores. A su derecha, una ventanilla. Junto a ella, dos puertas de cristal. Detrás, un caballete bien grande con anuncios y fotografías y estampas de santos.

-"Está cerrado", nos dice.
-"Vaya, pues queríamos entregar esta carta para el obispo".
-"Es que aquí solo abrimos al público por las mañanas, de diez y media a una".
-"Coño, qué horario más chulo. ¿Podemos darte a ti el sobre y se lo entregas mañana a la Secretaria del Secretario del Obispo?".
-"Mira, yo puedo hacerlo, pero no te aseguro que le llegue".
-"No importa. Dile por favor que queremos una respuesta".
-"A ver si me van a despedir..."
-"Hombre, tampoco será para tanto. Queremos que nos excomulguen, y eso es gratis".
-"No, si yo lo que quiero es que me despidan. Para la mierda que me pagan..."
-"Oye, ¿puedo poner este Actus Formalis en aquel tablón?" (señalo hacia adentro).
-"Yo no he visto nada, ¿eh?"
-"De acuerdo, yo paso, lo clavo ahí con cuatro chinchetas y nos vamos".
-"Bueno, pero va a durar poco ahí".
-"Ya, es igual".

Casi le damos un abrazo. Le deseamos suerte, nos hace un gesto muy romano, con el pulgar hacia arriba, y emprendemos camino hacia el barrio del Carmen. Dos cafés para comprobar las tomas grabadas. Dos más, para reír un rato. Todo bien, mañana o pasado las colgaremos del Youtube.

18:15 h.

Qué sencillo ha sido todo. El alto clero no se habrá enterado, pero el doméstico Polifemo quizá no duerma del todo tranquilo esta noche. La herejía se ha desencadenado ya. La oscuridad cubre las aceras. Los palomos defecan en la plaza, posiblemente tras haber consumado actos impuros. Casi todo es sexo salvaje en esta ciudad, ahora tan cardenalicia, sin embargo. Incluso parece olerse a esa hora la Formalis Defectionis que reivindicamos. El viernes enviaremos a Ratzinger una versión en alemán. Puede que, así, nos condenen pronto a la hoguera.

1.12.07

The God who wasn't there

The trailer of "The God Who Wasn't There", a documentary written and directed by Brian Flemming which questions the existence of Jesus and examines evidence that supports the theory that the historical Jesus did not exist. Portrayed as a "guide through the bizarre world of Christianity", The God Who Wasn't There has generated significant controversy. According to the film's official website (http://www.thegodmovie.com/), the aim of the documentary is to hold "modern Christianity up to a merciless spotlight."

30.11.07

Banda sonora del I Concilio Ateo

Banda sonora del I Concilio Ateo, Toledo, del 7 al 9 de diciembre de 2007. Compuesta por Miguel Pinilla & Chie Mushi. Archivo mp3. 02:57.

23.11.07

Manifiesto por la Excomunión


NOTA PRELIMINAR

Fieles a nuestra vocación de guerrilla cultural y a nuestro compromiso con las libertades, los miembros de la Federación Internacional de Ateos (FIdA) queremos iniciar con esta acción un movimiento de protesta y de abandono de las estructuras formales de la Iglesia Católica. Nunca hasta ahora un colectivo había exigido de ésta una declaración pública de condena y excomunión. Las iniciativas de solicitud de apostasía, colectiva o individual, forman parte ya de una oleada creciente que se va extendiendo de modo progresivo por el antiguo orbe católico. Sin embargo, y a pesar de las recientes sentencias judiciales, el proceso de apostasía se ve obstaculizado frecuentemente por los responsables de muchas diócesis, obligando a los solicitantes a un complejo mecanismo legal.

Considerando la necesidad de un nuevo frente, hemos decidido utilizar el propio sistema jurídico de la Secta como instrumento de denuncia. Las afirmaciones que siguen a continuación, y la evidencia de lo que a ojos del alto clero constituye una “falta muy grave”, harán obligatoria, pensamos, una respuesta por su parte.

La emisión de este Manifiesto no implica, como algunos creerán entender, que nos limitemos simplemente a una metodología anticristiana, dejando de lado a otros tipos de fundamentalismo religioso. Por el contrario. Pero cuando se aborda una estrategia de comunicación confluyen diversos factores de oportunidad que deben ser tenidos en cuenta.

Adoptamos aquí como herramienta la reclamación de una “pena justa”, transformando así la condena en privilegio. Utilizada históricamente por la Iglesia católica como una terrible amenaza –no tanto por sus desventajas escatológicas como por el daño social que implicaba-, la pena de excomunión constituye, aún hoy, el castigo máximo aplicado por la Secta. Desvirtuamos, de este modo, sus fantasías, y neutralizamos así el poder mítico e imaginario de sus anatemas.

Las inculpaciones que aquí realizamos no se reducen a hechos e infracciones puntuales, producto de una situación histórica, sino que responden a una actitud mantenida por la Iglesia y sus rectores desde el instante mismo de su fundación.

Sabemos, indudablemente, que este tipo de iniciativas carecen de consecuencias directas en cuanto a las formas de financiación permitidas a las organizaciones religiosas. Que la sangría económica que supone para la ciudadanía la Iglesia católica y sus derivaciones habrá de sanearse mediante la derogación de Concordatos y acuerdos que actúan como claros anacronismos en las sociedades libres. No obstante, estamos seguros de que el virus religioso, tan enraizado todavía en nuestra cultura, puede ser destruido con simples criterios racionales, y que la influencia política y cultural de que disfrutan las ideologías transmitidas como fe serán progresivamente reducidas a medida que los humanos adquieran conciencia de su irrelevancia.

* * *

MANIFIESTO POR LA EXCOMUNIÓN
Actus formalis defectionis ab Ecclesia catholica

Nosotros, miembros de la Federación Internacional de Ateos, haciendo uso de nuestra plena libertad y con absoluta conciencia del significado y el alcance de nuestra petición, deseamos manifestar al Pontífice romano y a los obispos del mundo, así como a los responsables máximos de la Iglesia católica, y en especial a los de la Congregación para la Doctrina de la Fe, lo siguiente:

Reconocemos en la Iglesia Católica a la corporación más intolerante, homicida y destructiva de cuantas históricamente han existido. Reconocemos en su doctrina una ideología del odio y de la guerra, y un retablo de falsedades, trampas, contradicciones, engaños y ridiculeces erigido con el único fin de anular la inteligencia y denigrar la razón. Reconocemos en la moral cristiana un cloroformo destinado a neutralizar el placer y la imaginación, a hacer de nuestros cuerpos el más cercano enemigo y a trocar la virtud en sumisión. Reconocemos en el Papado a un emisario de la tortura y de la mentira, a una marioneta de los intereses del Estado fascista vaticano. Reconocemos en el alto clero a una banda de parásitos sociales, ávidos de poder y de saqueo. Reconocemos en los fieles católicos a una humanidad engañada, por la que sentimos solidaridad y compasión. Reconocemos en todas las víctimas del terror religioso la prueba definitiva de vuestra culpabilidad.

Y por lo tanto, os acusamos públicamente:

De haber condenado a muerte a millones de individuos, por colaborar con vuestras instrucciones a la expansión del VIH/SIDA. De practicar relaciones simbióticas con toda clase de totalitarismos, de fomentarlos, de justificarlos y de prostituiros ante ellos. De bendecir a los asesinos y a los tiranos. De proclamar santas cruzadas contra las mujeres y los hombres que han dudado de vuestra verdad. De esclavizar a los débiles. De adular a los generales y a los caudillos. De fomentar el odio a los cuerpos, a la felicidad y al placer. De insultar a la inteligencia, y de pretender someterla a vuestra absurda y primitiva teología. De jerarquizar los géneros, las relaciones y los sentimientos, de acuerdo con la moral siniestra que practicáis. De imponer vuestras fobias como sagrados mandamientos. De atacar sistemáticamente las libertades individuales y colectivas. De saquear a los pueblos, sin tregua y con total impunidad, por medio de vuestros acuerdos diplomáticos, de vuestros Concordatos y de vuestras alianzas con el poder político. De traficar con la infancia. De fornicar con ella. De mentir. De abusar. De discriminar. De encubrir a los pederastas. De haber creado la Santa Inquisición. De encender hogueras que todavía no han cesado de arder. De despreciar a la ciencia y al conocimiento. De torturar, de masacrar y de ocultar la verdad histórica. De manipular la memoria colectiva. De perpetuar vuestra ideología inyectándola en las mentes infantiles. Y de instigar, conspirar, falsificar e imponer mediante la violencia vuestro delirio patológico.

Y os recordamos, además:

Que el código de Derecho Canónico que rige las sanciones y faltas en vuestra corporación, reactualizado por el difunto Karol Wojtyla, establece una relación de censuras cuyo objetivo declarado es la prevención y protección de vuestro rebaño de fieles. Que entre estas sanciones destaca, por su especial relevancia, la pena de excomunión. Que se establece dicha pena para los delitos “más graves”, aquellos que la autoridad eclesiástica considera que colocan al sujeto fuera de la comunión con su Iglesia. Que el artículo 1364 § 1 del Código de Derecho Canónico afirma que “el apóstata de la fe, el hereje o el cismático incurren en excomunión latae sententiae”. Que el artículo 1369 establece que “quien, en un espectáculo o reunión públicos, en un escrito divulgado, o de cualquier otro modo por los medios de comunicación social, profiere una blasfemia, atenta gravemente contra las buenas costumbres, injuria la religión o la Iglesia o suscita odio o desprecio contra ellas debe ser castigado con una pena justa”.
Que el artículo 1373 explicita que “quien suscita públicamente la aversión o el odio de los súbditos contra la Sede Apostólica o el Ordinario, con el motivo de algún acto de potestad o de ministerio eclesiástico, o induce a los súbditos a desobedecerlos, debe ser castigado con entredicho o con otras penas justas”. Y que el artículo 1374, siendo extremadamente claro en su redacción, sentencia que “quien se inscribe en una asociación que maquina contra la Iglesia debe ser castigado con una pena justa”, y que “quien promueve o dirige esa asociación, ha de ser castigado con entredicho”.

Y por añadidura os informamos de:

Que en los
Estatutos de nuestra Federación se definen de forma diáfana los objetivos a los que deseamos dirigirnos, consistentes en denunciar y erradicar la influencia social y cultural ligada a las ideas de “Dios”, del “alma” y de lo “sobrenatural”; en luchar contra la implantación del “hecho religioso” y contra los privilegios económicos y políticos de los que disfrutan la religión y sus instituciones; en la difusión del ateísmo como alternativa racional frente a la superstición religiosa; y en la defensa y expansión del racionalismo y del librepensamiento.

Por lo que exponemos:

Que la frecuente negativa de los miembros de las Conferencias Episcopales a asumir y reconocer el derecho de apostasía, manifestando los dirigentes de ciertas diócesis que el registro de bautismo es una simple anotación histórica no sujeta a la normativa sobre la protección de datos personales, y desarrollando una estrategia jurídica definida por su desobediencia a los tribunales, nos obliga a considerar la exigencia de la excomunión "latae sententiae" declarada para los miembros de nuestra organización que, por motivos sociales o de tradición familiar, fueron incluidos en su infancia en el cómputo de individuos bautizados y, por lo tanto, en el censo estadístico de católicos.

Tras todo lo cual, exigimos, apelando a vuestra presumible coherencia:

Que, en declaración eclesiástica y por oficial escrito, sea emitida CONDENA DE EXCOMUNIÓN PÚBLICA a TODOS los miembros, actuales y futuros, de la Federación Internacional de Ateos, no dejando así duda alguna en cuanto a la negativa absoluta, por nuestra parte, a seguir perteneciendo, en los casos en los que así conste, al cómputo de los fieles de la secta católica.

Rechazamos enérgicamente vuestra doctrina, vuestro culto, vuestra moral y vuestro cuerpo dogmático. Apostatamos de la fe católica (art. 1364). Suscitamos desprecio contra la Iglesia (art. 1369). Inducimos a la desobediencia frente a ella (art. 1373). Y, aún más importante, nos esforzamos en aquello que, según vuestro particular lenguaje, contribuye a “maquinar” contra la Corporación (art. 1374). Es decir, en denunciar, en hacer públicas y en exponer las actividades criminales presentes y pasadas en las que esté involucrado el clero católico, y en iniciar acciones concretas tendentes a destruir la influencia que éste mantiene sobre la cultura, la política y la sociedad.

En Toledo, Sede del
I Concilio Ateo, a 22 de noviembre de 2007.
La Asamblea de socios de la
Federación Internacional de Ateos (FIdA).

Por representación, Francisco Miñarro, Coordinador.
Entidad inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones del Ministerio del Interior Español, nº nacional 586954. CIF G97756001. Apdo. de Correos nº 44. 46930–Quart de Poblet. Valencia (España).

Nota:

Copias del Manifiesto por la Excomunión en castellano y en latín han sido enviadas a los siguientes individuos y organismos:

Joseph Alois Ratzinger, Alias Benedicto XVI, Papa. Palacio Apostólico, 00120, Ciudad del Vaticano.

Cardenal William Joseph Levada, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (Congregatio pro Doctrina Fidei), Piazza del S. Uffizio, 11, 00193 - Roma, Italia.

Arzobispo Ángelo Amato, Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe (Congregatio pro Doctrina Fidei), Piazza del S. Uffizio, 11, 00193 - Roma, Italia.

Conferencia Episcopal Española. Añastro, 1. 28033, Madrid. conferenciaepiscopal@planalfa.es

Cardenal Jorge Mario Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires, Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. Av. Rivadavia 415. C1002AAC. Capital Federal, Argentina. arzobispado@arzbaires.org.ar

Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, Presidente de la Conferencia Episcopal Chilena. Echaurren 4, pisos 5 y 6, Santiago. dop@iglesia.cl

Mons. Héctor Miguel Cabrejos Vidarte, Arzobispo Metropolitano de Trujillo. Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana. Jr. Estados Unidos 838 - Jesús María (Lima 11) – Perú. prensa@iglesiacatolica.org.pe

Conferencia Episcopal Mexicana (CEM). webcem@cem.org.mx

Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM). celam@celam.org

Conferenza Episcopale Italiana. Circonvallazione Aurelia, 50. 00165, Roma.

Y, de forma individual, a todos los Obispos y Secretarios de las diócesis del Estado Español.

21.11.07

El obispo pidió "perdón"

Cuando vemos que la prensa bienpensante aplaude las tibias disculpas de Ricardo Blázquez, que no son tales si leemos atentamente el discurso pronunciado ayer ante la Asamblea Plenaria, y en los titulares se nos martillea con el timo de que "la Iglesia pide perdón", no puede evitarse un dolor que nos recorre la médula, un escalofrío que rima con las viejas pruebas de fe, con el fuego purificador, con las voces totalitarias, con el temblor de los condenados y con el castigo eterno del rojo y del ateo.

No, lo de Blázquez no han sido palabras de perdón, sino de oportunismo, hipocresía y calculada estrategia ante las elecciones internas a la Presidencia de la CEE. Forzando el asombro del sector ultra, apareciendo al estilo de una reencarnación taranconiana que reivindica descaradamente rasgos democráticos, Blázquez quiere dejar la Presidencia envuelto en un halo de pacificador, desfilando como el obispo más comprometido con las virtudes de la convivencia, la tolerancia y la pluralidad. Sus reflexiones podrán engañar al poco avisado, pero para refutarlas basta con tomar el término "memoria" no como la melancólica imagen de un recuerdo personal, sino en tanto que una necesaria y saludable práctica de supervivencia colectiva.

¿El ejercicio a abordar? Releer, sencillamente, el discurso con el que el cardenal Vicente Enrique y Tarancón inauguró la XXIII Asamblea Plenaria del Episcopado, el 15 de diciembre de 1975. Poco menos de un mes había pasado desde la muerte de Franco. El tan alabado "Cardenal aperturista de la transición", admirado aún por la izquierda domesticada y denostado por la jauría del régimen, se expresaba por entonces así:

“Una figura auténticamente excepcional (Franco) ha llenado casi plenamente una etapa larga –de casi cuarenta años– en nuestra Patria. Etapa iniciada y condicionada por un hecho histórico trascendental –la guerra o cruzada de 1936– y por una toma de postura clara y explícita de la jerarquía eclesiástica española con documentos de diverso rango, entre los que sobresale la Carta Colectiva del año 1937 (…) La jerarquía eclesiástica española no puso artificialmente el nombre de Cruzada a la llamada guerra de liberación: fue el pueblo católico de entonces, que ya desde los primeros días de la República se había enfrentado con el Gobierno, el que precisamente por razones religiosas unió Fe y Patria en aquellos momentos decisivos. España no podía dejar de ser católica sin dejar de ser España.”

Ricardo Blázquez homenajeó ayer en su discurso "rupturista" a aquel que, mostrando igualmente una postura moderada –tal como claramente se desprende de su discurso-, supo diseñar un plan de adaptación que evitó el aislamiento de la Iglesia tras cuarenta años de nacional-catolicismo. Los obispos más radicales también se mostraron en su momento contrarios a secundar posiciones “democráticas” cercanas al camaleonismo político del Concilio Vaticano II (los integristas no son precisamente un subproducto de la postmodernidad). Pero los aparentes aires renovadores que en aquel momento algunos insuflaban en la enrarecida atmósfera eclesiástica no eran más honestos que las cacareadas disculpas de Blázquez por las "acciones concretas" de la gran Secta. Guárdese, pues, sus excusas para la intimidad.

Mucho más coherente con la política diseñada en Roma es la línea seguida por Rouco y Cañizares, los abanderados del mayoritario sector nostálgico de la Conferencia Episcopal. El providencialismo del todavía Presidente de los obispos se limitó a un tímido ensayo martiriológico, a una confesión oficiada desde las alturas clericales. Quiso neutralizar, de este modo, la explosión fascista que, en el aniversario de la “Marcha sobre Roma”, reunió a lo más aguerrido de la fauna gótica contemporánea en la Plaza de san Pedro, hace solo unas semanas. Quiso aparentar que la Iglesia está con todos, que el “amor de Cristo” abarca a todos. Pero no se desvió ni un ápice de la acusación contra la “memoria selectiva” voceada por el alto clero en las fechas anteriores a la aprobación de la triste ley confabulada en el Parlamento.

La Iglesia no hace bien en pedir perdón por ser coherente consigo, ni por haber actuado históricamente como la corporación criminal que es. No ha lugar. Es preferible oír a un Ratzinger enloquecido afirmar que la difusión del SIDA en África se debe “a una noción equivocada del matrimonio” que soportar el hipócrita y acomodaticio mea culpa de aquellos otros que tratan de hacer pasar su delirio subjetivo por una respetable sanidad democrática. Al fin y al cabo, en el núcleo de ambas estrategias se oculta el mismo cáncer y el mismo y monstruoso desatino.

Criterios "Objetivos"

Decir que el entramado económico de la Iglesia católica española la convierte en uno de los poderes fácticos más influyentes de este país aconfesional no es algo que sorprenda ya a nadie. Señalar que administra capitales que nunca han estado sujetos a una auditoría clara e imparcial tampoco. Y la afirmación de que sus monasterios, catedrales, templos, museos, centros sanitarios, asilos, universidades, orfanatos, guarderías, medios de prensa, empresas de seguros, organismos de inversión inmobiliaria y bursátil, editoriales, colegios o emisoras de radio producen anualmente unos abultados y nada transparentes beneficios terrenales forma ya parte de las resignaciones históricas de nuestro pueblo.

La capacidad de asombro de los españoles está saturada cuando se trata de la vieja Secta. Pero comprobar que su imperio, sus negocios, sus estructuras comerciales y sus inversiones en bolsa se subvencionan descaradamente por parte de gobiernos autonómicos democráticos y supuestamente honestos debería, al menos, suscitar cierto rechazo tanto en los viejos cristianos como en los nuevos descreídos. Y, si además, este tipo de malversaciones millonarias son tildadas de ayudas oficiales a fundaciones humanitarias y desviadas por mafias e intermediarios, aprobadas por Consejeros y Presidentes de la cosa pública y planeadas por Obispos y Vicarios Generales, la exigencia inmediata de justicia debería añadirse al mencionado rechazo.

Diversas organizaciones católicas, como “Mensajeros de la Paz”, “Humanismo y Democracia” o CIPIE son receptoras de enormes traspasos de dinero público. En la última legislatura del gobierno Aznar ya se alzaron diversas voces que denunciaron estas actividades delictivas, cuyo destinatario final son las arcas de la insaciable y santa Iglesia. La existencia de un pacto entre ésta y la derecha española es la causa que justifica una corrupción día a día más evidente, y que se ha concretado, recientemente, en dos de las Comunidades Autónomas manejadas por el Partido Popular.

El Gobierno que preside Esperanza Aguirre sigue subvencionando a ONG’s vinculadas al PP y a los Legionarios de Cristo (1). Según informaba ayer la Cadena Ser, la Fundación CIPIE, actualmente investigada por el Ministerio de Economía y Hacienda y presidida por el antiguo Jefe de Prensa de Aznar, es la organización que más dinero ha recibido de la Comunidad de Madrid durante el año 2007, alrededor de 1.089.000 euros. Una cantidad algo menor (exactamente 1.060.000 euros) fue donada a la IUVE, vinculada a los Legionarios de Cristo. Esperanza Aguirre ha asegurado que tales adjudicaciones obedecen a criterios “objetivos”. Y sin duda es así, dado que el fin declarado de esta última Fundación (integrada en la Red internacional Altius) es “rehumanizar a la sociedad”, lo que sin duda equivale para ellos a “cristianizarla” y a “evangelizarla”. Un proyecto “objetivo” tan ambicioso y preocupante como el de Teodosio el Grande.

Por su parte, la Consellería de Educación de la Generalitat Valenciana destinará en 2008 algo menos de 600.000 euros a la Fundación EIFOR del Opus Dei, en concepto de “ayudas al alumnado de ciclos formativos concertados” (2). Una organización que declara que la dignidad humana proviene de “Dios” (3) recibe así un importe casi equivalente al destinado a toda la red de guarderías infantiles. Y la Ley de Presupuestos que en breve aprobarán les Corts prevé una ayuda a los Seminarios Menores diocesanos de la Iglesia Católica de 1,74 millones de euros.

La nueva campaña publicitaria de la Secta católica se jacta del número de bautizos y matrimonios que sigue contabilizando, y argumenta apoyos a discapacitados, mujeres, niños, ancianos, inmigrantes y marginados para recaudar fondos, apelando a la buena conciencia y a la moral de los ciudadanos. Pero el discurso de la humildad y la pobreza, tan hábilmente utilizado por el clero de todas las épocas, no llega a ocultar del todo –al menos para una parte creciente de la población- el trasfondo de corrupción, de avidez monetaria y de auténtica estafa que los prelados, desde su púlpito, veneran y hacen venerar.

¿No habría llegado finalmente el momento de exigir responsabilidades, de aplicar garantías constitucionales y de derogar Concordatos, Acuerdos y prebendas derivados de la última Cruzada? ¿No habría llegado finalmente el momento de asegurarnos una definitiva separación entre el Estado y la ambiciosa milicia católica?

¿O acaso todavía, y per secula seculorum, las resignaciones y el silencio han de seguir presidiendo nuestra aconfesional e imperfecta cultura democrática?

NOTAS:

1. Cadena Ser, 15.11.07. “
Esperanza Aguirre sigue subvencionando a la Fundación del antiguo jefe de prensa de Aznar”.
2. El País, 14.11.07, “
El Opus y la escuela infantil se llevan el mismo dinero”.
3. Web de la
Fundación EIFOR.

Palabra de obispo

Leemos con estupor las palabras del cardenal Antonio Cañizares en su homilía del pasado 28 de octubre, con las que, refiriéndose a los recientes beatificados, dijo: "los mártires nos están diciendo (...) que el ateísmo es el drama y el problema más grande de nuestro tiempo. Sin duda lo es, por eso desataron aquella violencia contra ellos, y contra la Iglesia, y por eso se comprenden los horrores de Hitler o la destrucción del hombre tan masiva en los países del marxismo real, ateos, más aún 'antidios', por definición'.

Recordemos que cada vez que España se rebeló contra el poder de turno, lo hizo simultáneamente contra la Iglesia Católica, y no por mera coincidencia, sino, más bien, porque uno y otra se han mimetizado siempre, incluso hasta ahora... y no sólo en España. Miente entonces el Primado, y lleva el agua para su molino, cuando sugiere que la violencia que se desató contra la Iglesia Católica fue por razones de fe, cuando no fue sino por motivos ajenos a la fe y cercanos a la ideología política que 498 “mártires” y CIENTOS DE MILES de españoles murieron a consecuencia del golpe militar fascista, aclamado por la curia del momento como una “Cruzada”.

Miente también Cañizares -y deliberadamente- al asociar los horrores del nazismo con el ateísmo. Cuando lo cierto es que el propio Hitler escribió en su obra "Mi Lucha": "Estoy convencido de que actúo como el agente de nuestro Creador. Rechazando a los judíos, estoy haciendo el trabajo del Señor", o cuando, en la celebración de la Navidad de 1926, decía: "Cristo el más grande de los primeros luchadores en la batalla contra el enemigo del mundo, los judíos... El trabajo que Cristo comenzó pero que no pudo terminar, yo lo terminaré"; o cuando le dijo al general Gerhard Engel, en 1941: "Soy ahora, como antes, católico, y siempre lo seré". El apoyo que la Iglesia Católica le dio al gobierno nazi está profusamente documentado, y el cómplice y conveniente desvío de mirada de Pío XII también. La Iglesia Católica colaboró con el horror por la sencilla razón de que el horror era la política del poder de turno.

Miente también el obispo cuando asocia al ateísmo con la destrucción masiva del hombre en los países del "marxismo real", dejando convenientemente de lado la lista mucho más extensa de víctimas de la fe cristiana, desde los paganos en la época constantiniana, pasando por las supuestas brujas, los judíos, los herejes, los disidentes, los indios sudamericanos, las guerras religiosas y el apoyo a los sanguinarios dictadores modernos, hasta llegar a la condena a muerte lenta por proclamar a los cuatro vientos que el condón es contrario a la fe cristiana, mientras que miles de individuos se infectan diariamente con el VIH/SIDA en los países del llamado “tercer mundo”.

La falsa generalización que usa Cañizares inclina la balanza en su contra, pues así el cristianismo se asocia no sólo con el asesinato y el genocidio, como la historia lo documenta, sino también con la pedofilia y el latrocinio, como las noticias de prensa lo hacen a diario.Miente, por último, Cañizares -porque no creemos que lo ignore- cuando dice que el ateísmo es "anti-dios" por definición. Si no olvidó su latín, sabrá que el ateísmo es "no-dios". Los ateos simplemente rechazamos la existencia de cualquier entidad supranatural (dioses, almas, espíritus, paraísos o infiernos), y consideramos que tales entidades y escenarios mitológicos son innecesarios para explicar el universo, del que todo forma parte.

Continúa diciendo el ilustre Primado que el ateísmo es “el drama y el problema más grande de nuestro tiempo”. Aunque implícitamente su discurso se base en la vieja estrategia eclesiástica del desvío de atención, esta vez nos ha puesto muy fácil la réplica: el drama y el problema más grande de los últimos dos mil años ha sido, precisamente, el Cristianismo. No hay otro “acontecimiento” comparable en “lo vasto de sus consecuencias deshumanizadoras”. Y termina con la acostumbrada boutade que equipara relativismo con totalitarismo, en fiel imitación ratzingeriana.

Pero hay algo en lo que no miente: su temor a una “revolución cultural” cuyo programa prescinda totalmente de su Dios para transformar las condiciones del mundo. A ello nos afamamos.

Las palabras del obispo son el estandarte visible de una serie de ataques y presiones que la Iglesia Católica está ejerciendo para evitar que se lleve a cabo el
Primer Concilio Ateo en la ciudad de Toledo entre el 7 y el 9 de diciembre de 2007, lo que ya obligó a un cambio de local y de fecha, pero que finalmente -para su pesar- se celebrará en la antigua iglesia desacralizada de san Vicente, el actual Círculo de Arte de Toledo, y cuyo lema, "EL DESAFÍO DE LOS FUNDAMENTALISMOS", es, a la sazón, cada día más vigente.

20.11.07

20-N

Misa en el Valle de los Caídos, en homenaje a Francisco Franco y a los "caídos por España".

19.11.07

Laicismo - Sindicato de Estudiantes

Laicismo en la sociedad y en la escuela

Por una Escuela Laica - Presentación de la campaña 2007-2008

Por una sociedad y una escuela laica

Europa Laica - Isbelo Herreros - Ateneo de Madrid

Europa Laica - Francisco Delgado - Ateneo de Madrid

Con la intervención de los máximos responsables de las organizaciones que impulsan esta campaña, líderes políticos y personalidades del mundo de la educación y la cultura.

Estas organizaciones se unieron en 2002 ante el intento del anterior Gobierno de imponer la asignatura de religión a todo el alumnado. Estas entidades continuarán con el desarrollo de su campaña informativa en los centros educativos y al conjunto de la sociedad, al considerar que no se han logrado sus objetivos fundacionales:

- La derogación de los acuerdos del Estado Español con el Vaticano.
- La salida de la religión del horario lectivo.
- La retirada de los símbolos religiosos de los centros escolares.

Entidades que promueven esta campaña:

Europa Laica / Confederación de Sindicatos de Trabajadores de la Enseñanza (STES-intersindical) / Confederación Española de APAS (CEAPA) / Sindicato de Estudiantes / Izquierda Unida / Confederación General del Trabajo (CGT) / Confederación Estatal de Movimientos de Renovación Pedagógica / ATEUS de Cataluña / Federación Estatal de Gays y Lesbianas / SOS Racismo / PCE / Juventudes Comunistas / Izquierda Republicana / Unidad Cívica por la República / Foro por la Educación Pública / Los Verdes / Liberación -- Amauta / Foro Por Otra Escuela / Lliga per la Laïcitat de Catalunya / Andalucía Laica / Granada Laica / Asociación de Maestros Rosa Sensat / Asociación Pi i Margall por la Educación Pública y Laica / Asociación Galileo de Úbeda / Asociación Cultural Escuela Laica de Valladolid / Asociación Escuela Laica de Albacete / Fundación Escuela Pública de Zaragoza / Colectivo Escuela Laica de Zaragoza / Foro Ciudadano de la Región de Murcia / Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid / Federación de Asociaciones de Vecinos de Valladolid / Club de Amigos de la UNESCO de Madrid / No nos Resignamos / Asociación Manuel Azaña / Plataforma Cultura contra la Guerra / Más Democracia / Espacio Alternativo / USTEC-STEs / Intersindical Alternativa Catalana (IAC) / Enseñantes Asamblearios de Canarias (EA-Canarias) / Asociación REDES de Sevilla /Asociación Laica de Rivas Vaciamadrid / FIDAFederación Internacional de Ateos / Cullera Laica / Unión de Republicanos de La Isla. San Fernando. Cádiz / Partido Humanista / Trabajadores y jóvenes por la República.

La entrevista

Noé Garza entrevista desde Argentina a Diego Romero, mejor conocido como DriverOp. Fundador y subcordinador de la primera asociación civil atea en Argentina, ArgAtea.

13.11.07

Pederastia católica. Entrevista a Martín Moreno (3/3)

05:52.

Pederastia católica. Entrevista a Martín Moreno (2/3)

06:57.

Pederastia católica. Entrevista a Martín Moreno (1/3)

08:40.

Propaganda

Sin comentarios. 00:31.

La abjuración de Galileo

Escenas de la película "Gaileo" de Liliana Cavani (1968 Italia-Bulgaria). 08:20.

Vatican tyranny at work. The catholic Ustasha

The Catholic Ustasha take control of Jasenovac and murder all men, women and children who will not convert to Catholicism. The Archbishop of Zagreb, Cardinal Stepinac under control of Rome oversaw one of the most vicious genocides in history. Ante Pavelic was the Catholic bloody dictator. He was very close with Hitler and the Papacy. In this rare footage you will see forced conversions, deathcamps and Cardinal Stepinac 'blessing' the vicious Ustasha murderers. This is Catholicism when they have the chance to be themselves. Evil, satanic beasts.

King Alexander I who was behind freedom was assassinated in France along with the French Foreign minister and thus set the pace for Catholic Fascism and tyranny to explode in Europe.

lezioni di ateismo #1

Lezioni di ateismo a cura di Calogero. Un ciclo d "lezioni casarecce" sull'ateismo per comprenderlo, per conoscerlo, per condividerlo. 06:13.

8.11.07

I Concilio Ateo - Programa


I CONCILIO ATEO

ORGANIZADO POR LA FEDERACIÓN INTERNACIONAL DE ATEOS (FIdA)

“EL DESAFÍO DE LOS FUNDAMENTALISMOS”

NUEVA CONVOCATORIA

Del 7 al 9 de DICIEMBRE de 2007
Círculo de Arte (antigua iglesia de san Vicente)
Plaza de san Vicente, 2 (Toledo)
Presionar sobre el enlace para acceder al PROGRAMA

31.10.07

El Intermedio 29/10/07 - Beatificación de 498 martires

02:42.

"Cementerio y aula de ateísmo"

El diario ABC, en su edición de Toledo del 30 de octubre, vuelve a arremeter contra el Concilio Ateo en un artículo titulado "La iglesia de san Vicente, cementerio y aula de ateísmo". Su anónimo autor -que se declara "no toledano"- argumenta que la desacralizada iglesia de san Vicente alberga todavía una serie de sepulturas a cuyos ilustres ocupantes podría llegar a molestar la brisa de racionalismo e increencia que llevaremos los ateos. E invita a los ciudadanos a que rechacen que, sobre tales restos, se haga o se diga algo contra sus más íntimas convicciones.

Discrepa el clerical oficiante del título conciliar dado a la reunión, al que califica de "contradicción semántica", reconociendo después, sin embargo, su exactitud. Le disgusta que la elección haya recaído en Toledo, y no en otra ciudad, al tiempo que se pregunta si acaso ello será debido a su resonancia altomedieval (la que dio "luz y gloria a España"), o al simple ánimo de molestar al primado. Y concluye con el espléndido razonamiento de que la ofendida, en este caso, no es la Iglesia, sino la propia ciudad, "la del Corpus", de tan "gloriosa historia secular".

¿La ofendida? El patológico uso de la memoria por parte de la Iglesia católica es lo único que constituye aquí una ofensa. A la razón, a la historia y a los propios toledanos, transformados todos por arte litúrgico en valedores de la santa y apostólica Madre. Y así, en plena efervescencia beatífica, prosigue el autor del artículo desmintiendo bulos y perversidades, negando que los instrumentos de tortura utilizados por la Suprema se hubieran forjado en fraguas toledanas, o afirmando que, a pesar de que "algunos" abusos pudieran ser achacados a la Inquisición española, fueron principalmente las Inquisiciones extranjeras -germánicas o anglosajonas- las que se dedicaron a quemar viejas y herejes.

Pero durante los 326 años en que se mantuvo la actividad del Santo Oficio en España, fueron más de 32.000 las víctimas que perecieron en el fuego purificador. Juan Pardo de Tabera, cardenal arzobispo de Toledo, condenó a la hoguera él sólo a más de 840 inocentes en los escasos siete años en que ejerció de Inquisidor general (de 1539 a 1546). El recuerdo de esas y de otras tantas víctimas del terror religioso, la memoria de los crímenes causados por la ambición disfrazada de ideal, la respuesta a las mentiras y argumentos falaces impuestos al pueblo y el homenaje a los pensadores heréticos exterminados por los tribunales y los obispos corruptos son algunos de los motivos no explícitos inscritos en la convocatoria del I Concilio Ateo.

Despertar cadáveres conlleva un alto riesgo. Y más cuando se intenta que con su silencio avalen las sucias estrategias de confusión mediática orquestadas desde la propia Conferencia de los obispos. El circo montado recientemente en Roma con motivo de la beatificación de 498 franquistas demuestra hasta qué punto sus muertos son moneda de cambio para una política de la revancha. Y también hasta qué punto el Papado está dando un salto cualitativo hacia un proyecto restaurador, medievalista y revisionista.

Los toledanos -hay que insistir de nuevo- nada han de temer de un Concilio Ateo, del discurso racionalista o de la defensa del laicismo, de la educación científica y de las libertades públicas. Por el contrario, son el fundamentalismo y las viejas aspiraciones católicas a la supremacía sobre el pensamiento libre lo que debería ser objeto de prevención y cautela. El peligro proviene, sin duda alguna, del otro lado.

30.10.07

La letra pequeña del Concordato...

Información sobre el Concordato (acuerdo en el Estado y la Santa Sede) en España. Entrevista a Albert Riba, President de Ateus de Catalunya. 09:52.

Kent Hovind es un retrasado

Video en solidaridad con los usuarios banneados de Youtube debido falsas acusaciones de Kent Hovind de violar derechos de autor (cuando él mismo dice en sus videos que nada de lo que hace tiene derechos de autor). Kent Hovind es un "científico" creacionista, creador del Creation Science Evangelism... ha conseguido que se bannee a varios ateos de youtube con falsas acusaciones. (Actualmente Hovind está en la cárcel por fraude fiscal). 03:16.

Manifiesto por la libertad de expresión en Toledo (3)

Manifiesto por la libertad de expresión en Toledo (2)

Manifiesto por la libertad de expresión en Toledo

Extracto de la rueda de prensa celebrada en el Círculo de Arte de Toledo, en defensa de la libertad de expresión y en apoyo al I Concilio Ateo organizado por la FIdA para los días 7, 8 y 9 de diciembre de 2007. 01:00.

26.10.07

Christopher Hitchens - Hell's Angel: Mother Teresa (3 of 3)

Christopher Hitchens - Hell's Angel: Mother Teresa (2 of 3)

Christopher Hitchens - Hell's Angel: Mother Teresa (1 of 3)

Originally broadcast in 1994 on Channel 4. Aired again October 23, 2007. Mother Teresa has become synonymous with saintliness, but is her reputation deserved? Christopher Hitchens investigates the Mother Teresa myth, looking at her work in Calcutta, her global campaign against abortion, her alliance with the most conservative Pope in recent memory and her apparent penchant for right-wing regimes and dictatorships.

25.10.07

En el corazón de la Bestia

El crimen llamado blasfemia fue inventado por los sacerdotes con el propósito de defender las doctrinas que no pueden cuidar de sí mismas. (Robert Ingersoll, Los dioses)


Tras el anuncio hecho público por el Presidente del Círculo de Arte de Toledo de ceder las instalaciones del mismo para la celebración del I Concilio Ateo, hemos sido testigos de las presiones, amenazas e intentos de extorsión que, tanto desde la propia alcaldía como desde algunos sectores católicos, se han dirigido, directa o indirectamente, a los integrantes de la Junta Directiva de esta asociación cultural.

Como es sabido, la antigua iglesia de san Vicente, conectada antaño con la Casa de la Inquisición, es de propiedad municipal, pero existe un contrato de gestión (firmado por el Partido Popular en los días en que gobernaba el consistorio) que impide la intervención del mismo en cuanto a la programación de las actividades organizadas por el Círculo de Arte. Así se lo expresó el portavoz Perezagua a los miembros del grupo municipal del PP, ayer mismo, cuando éstos exigieron la rescisión del contrato.

Tales impedimentos legales son bien conocidos por Emiliano García-Page y por sus colaboradores. Por ello, aunque el Gabinete Jurídico del Ayuntamiento de Toledo pueda obrar maravillas en otros campos de actuación, se ha visto legalmente incapacitado para proseguir con el veto al Concilio. Aprovechada la circunstancia por los populares para calificarle de pusilánime, la única salida airosa de este aprendiz de inquisidor ha consistido en ejercer presión, como se ha visto, con objeto de lograr la dimisión de Fernando Barredo (“Loc”) al frente del Círculo, evitando así que los ateos consigamos el objetivo de ocupar la iglesia mudéjar durante tres días consecutivos.

El debate interno se había ido decantando, progresivamente, hacia este desenlace durante las horas previas a la última reunión extraordinaria de la Junta Directiva del Círculo de Arte. Quizá algún día podamos demostrar hasta qué extremo alcanza la influencia del obispo, así como explicar las habituales prácticas de extorsión de la curia. No es el momento todavía. Basta con saber que un Ayuntamiento como el de Toledo necesita de fuentes de financiación leales para llevar adelante sus ambiciosos proyectos. Pero no podemos dejar de recordar lo que García-Page defendía hace pocos días, orgulloso, ante la prensa: “No se realizará el Concilio Ateo en edificios municipales”. Tan claro como el agua.

Desarmar al adversario no es tarea fácil. Y supone la adopción de decisiones estratégicas en cuya valoración intervienen diversos factores. La función principal del I Concilio Ateo consiste en denunciar el auge del radicalismo en las instituciones religiosas, políticas y sociales, y en reclamar la racionalidad como sustento de la convivencia y de la cultura. Si lográbamos transmitir a la Junta Directiva este propósito, los argumentos contrarios se desvanecerían, con seguridad, en la ciénaga de despropósitos y mentiras a la que nos tiene acostumbrados la Iglesia católica. Operando en primera línea, o delegando en súbditos agradecidos y proclives a la genuflexión, la ofensiva clerical sigue emitiendo las consignas del “escándalo”, de la “blasfemia” y del “respeto a sus creencias” como piedra angular de sus demandas.

Más allá de los derechos constitucionales que nos asisten, y tras un duro debate de ideas, alcanzamos la conclusión de que, ante un discurso racional, coherente y fundado en el diálogo y el respeto, los motivos esgrimidos para el previsible veto –esta vez por parte de los miembros del Círculo de Arte, en mayor o menor grado presionados- y la consiguiente dimisión de su Presidente podían ser neutralizados sólo en el caso de asegurarles, por parte de la organización del Concilio, la ausencia, en el espacio ocupado, de iconografía supuestamente ofensiva para las creencias religiosas de los toledanos. Es decir, para la costra católica que la costumbre y el dogma han adherido a las mentes de muchos de ellos. De nuevo, el fotógrafo Montoya se convertía en pieza fundamental de la partida. Y, por supuesto, el actor Leo Bassi.

No se exigió nada. Por el contrario, la oferta pública del Presidente, Loc, incluía la plena libertad de actuación por parte de la FIdA, e igualmente la plena asunción por su parte de las responsabilidades y de las consecuencias de ellas derivadas.

La obra de teatro “La Revelación”, de Leo Bassi, de la cual ciertos extractos serán interpretados el domingo 9 de diciembre como clausura del Concilio, no es sino una defensa racionalista de los valores ilustrados, del ateísmo y del laicismo, y por lo tanto no existen argumentos serios que puedan justificar una censura previa. En cuanto a la polémica serie fotográfica, Montoya era el único que podía tomar una decisión. Y la tomó. No se incluiría en el programa de la actual convocatoria la exposición titulada “Sanctorvm”.

Transmitido a Loc el acuerdo, ayer noche, justo en los últimos momentos de la reunión de la Junta Directiva, -en la que no faltaron como oyentes los espías del obispo Cañizares-, y enterada ésta, finalmente se optó por respaldar mayoritariamente el compromiso público de su Presidente.

El Concilio Ateo de Toledo se celebrará finalmente en la antigua iglesia de san Vicente, del 7 al 9 de diciembre. En pleno corazón de la Bestia. Y en él la potencia crítica del ateísmo se centrará más en la palabra y en la racionalidad que en la imagen y el simbolismo, neutralizando así cualquier intento de acusación por blasfemia (art. 525 del Código Penal Español).

Fue el propio Cañizares quien, recientemente preguntado acerca del Concilio Ateo, esgrimió su “respeto a toda libertad religiosa y de conciencia”. Lo cual, suponemos, le impedirá enviarnos una procesión de flagelantes elevando salmos y plegarias a la Virgen. O algo peor.

Nos interesa más la razón y el argumento que el sensacionalismo. Porque contra aquellos, ni los modernos señores feudales ni los purpurados vanidosos podrán, nunca, ofrecer a cambio más que la barbarie criminal y la irracionalidad. Porque nuestra estrategia es la cultura y la crítica. Y porque queremos contribuir al desenmascaramiento de lo que realmente oculta la secta católica, y la religión organizada en general.

Por todo ello, os invitamos a asistir y a participar activamente en la difusión del I Concilio Ateo, cuyo programa ampliado y definitivo se hará público en breve.


Francisco Miñarro,
Coordinador de la Federación Internacional de Ateos (FIdA)
www.federacionatea.org