9.7.06

El verdadero balance de cifras del EMF



Acaba de despegar, rumbo a su feudo italiano, el obispo de Roma. No ha sido, sin embargo, como una asunción virginal a los cielos, pues este tipo de milagros ya tiene muy poca credibilidad. Su visita relámpago ha servido como detonante para varias reacciones positivas, ya que ha acelerado –a su pesar- un proceso de laicización ya ineludible en la sociedad española, y ha puesto de relieve las posibilidades de acción de la crítica ciudadana, que, partiendo de la racionalidad, ha reclamado en el espacio público el derecho a la divergencia, denunciando las contradicciones, los anacronismos y el carácter retrógrado de un cierto sector del neocatolicismo. Sin olvidar, por supuesto, la sumisa disposición de alcaldesas y Presidents, el despilfarro y el presumible desvío de fondos públicos, la ofensiva clerical en defensa de sus privilegios históricos y la absurda e innecesaria muerte de los 42 de Jesús.

Si se trata de cifras, me inclino a considerar como las más descriptivas de este circo papólatra a los mencionados 42, pues ya se ha visto que la megalomanía institucional –sus American Coups, sus faraónicas locuras urbanísticas, su aspiración a exhibirse impúdicamente como centro de la cristiandad, etc.- es prioritaria a la inversión en las medidas de seguridad del transporte público, por ejemplo.

También habrá que recordar las 1.600 declaraciones de apostasía que ya empieza nuestro obispillo a rechazar, alegando que su fichero de datos no se va a someter a jurisdicciones extracanónicas, y siguiendo así la nueva doctrina católica de la insumisión civil. Lo dijo el cardenal Levada, llamando a los cristianos a desobedecer las leyes injustas contra la familia. También en este congreso ultra participó el bueno de Law, que durante su virreinato de Boston acumuló en los cajones de su mesa más de 400 denuncias por pederastia y abusos al clero de su diócesis.

Más cifras: el previsible CERO que en la mayor parte de pequeñas empresas hosteleras marcaba el contador de la caja registradora, a causa de una ciudad cortada al transeúnte, al tráfico, sembrada de controles de policía, vacía, fantasmal. Pues sus habitantes cotidianos huyeron masivamente de ella ante las esperadas hordas de adolescentes escandalosas, familias modélicas, opusianos, gladiadores, cruzados y catecumenales que, según nos amenazaron, pasarían del MILLÓN Y MEDIO, pero que al parecer fueron algunos menos… Diversas estimaciones los cuentan en unos 400.000, lo que unido a la comida enlatada y a los bocadillos de tortilla que trajeron consigo los peregrinos va a hacer poco creíble la previsión multimillonaria de ingresos que iba a traer este grotesco encuentro a la ciudad. Recordemos, sin embargo, que el propio Presidente Camps habló de beneficios inmateriales, y que la supuesta campaña de proyección turística internacional de Valencia, gracias al fasto papólatra, ha constituido una de las menos rentables de la historia de la propaganda institucional. Tiempo al tiempo.

Y, por último, un par de cifras más, todavía ocultas en el hipotético limbo de la incertidumbre: ¿cuántos responsables políticos se verán obligados a dimitir cuando se conozca el coste real que hubiera supuesto implementar un sistema adecuado de control de velocidad en la línea 1 del metro? Me temo que la primera cifra es inferior a uno. Para la segunda, puede que no más de 3.500 euros.


Pero ser la nueva capital de la Cristiandad, aunque sea por unas horas, bien vale una misa… de requiem.

8.7.06

Tres respuestas, tres



Un semanario catálán solicitó que, desde la Federación Internacional de Ateos, diéramos respuesta a este pequeño cuestionario. Cómo nos salió tan mono y tan políticamente correcto, lo cuelgo aquí.

¿Cuál es la principal razón de vuestro colectivo para oponerse o criticar la visita del Papa a Valencia?

En su doble condición de Jefe de Estado y de líder religioso, nuestra oposición se dirige tanto al carácter antidemocrático del Vaticano, cuyo gobierno no ha suscrito la mayor parte de las convenciones internacionales de los Derechos Humanos, como a la financiación pública de un evento que se reduce a simple propaganda confesional. El contenido doctrinal que viene a transmitir es además excluyente, intolerante y coactivo, y se ha diseñado como una ofensiva dirigida al mantenimiento de los privilegios históricos de la Iglesia y en contra del principio de laicidad del Estado. El apoyo entusiasta y sin matices del gobierno local y autonómico vulnera el ordenamiento constitucional y daña la necesaria neutralidad de las instituciones públicas con respecto a la pluralidad de las creencias de la ciudadanía.

¿Qué pensáis del modelo de familia que propone el Forum Mundial de la Familia que se celebrará?

El modelo de familia católico no es el modelo universal de familia, sino que lo es tan sólo para una parte de la población y responde exclusivamente a sus valores. En nuestro país es la jurisdicción civil, y no el Código de Derecho Canónico, lo que otorga validez legal a la variedad de tipos de familia existentes. El proceso de equiparación de derechos se ha de situar al margen de la orientación sexual de los individuos, y la supresión de situaciones de marginación forma parte de una concepción laica y no dogmática de las relaciones entre las personas. Por lo tanto, la imposición o la promoción de un modelo familiar exclusivo, hipócritamente avalada como una defensa, constituye en el fondo un ataque a la autonomía del derecho civil y a la independencia de éste con respecto a cualquier régimen jurídico confesional.

¿Cómo es y como habría de ser la colaboración entre las instituciones públicas (laicas por ley) y las organizaciones religiosas?

La Constitución Española de 1978 establece un marco claro de independencia entre ambas instancias, y también de colaboración en algunas circunstancias. En cualquier caso, ha de quedar excluida la imposición parcial de una determinada concepción religiosa sobre el conjunto de la sociedad. En la FIdA abogamos por la derogación del actual Concordato con el Vaticano y por la regulación de las relaciones entre el Estado y las diversas confesiones religiosas en el ámbito del derecho internacional, sin privilegios ni discriminaciones. Esto excluye cualquier tipo de financiación estatal en forma de ingresos directos o de exenciones tributarias, más allá de lo que correspondería a determinadas fundaciones o entidades declaradas de utilidad pública.

5.7.06

El veneno del ABC


Leo en el ABC un articulillo venenoso, propio del neo-nacional-catolicismo pepero más burdo, tendencioso y babeante. Se titula Valencia ya no es apóstata. Aquí está:
La llegada del Papa Benedicto XVI a Valencia ha puesto sobre el tapete sociopolítico varias cuestiones de indudable interés. La primera, y fundamental, radica en que la sociedad civil, en su mayoría más inmensa e intensa, se ha volcado en transformar la ciudad del Turia (hoy seco, junto con los demás cauces de nuestros ríos, gracias a la Ministra Narbona) en una marea de amarillo y blanco difícilmente irrepetible.

Marea que marea al Presidente de Gobierno porque sabe que la foto de la jornada (en todos los diarios menos en «El País») será la actitud genuflexa del Primer Ministro Español ante el Guía Espiritual de Roma. Zapatero se lo pensará dos veces antes de autorizar su publicación.

Con ello conseguiremos que, al menos, el corazón de Zapatero se vea dividido entre la obediencia a ETA y la obediencia al Papa. Entre dos amores: el terrorismo y su suegra. Zapatero entre el bien y el mal, entre el terror y el amor. ¡Casi nada!

Otra cuestión, no baladí, además de ver a la suegra de José Luis Rodríguez Zapatero con su hija y sus nietas acompañadas del cabeza de familia (una familia común y natural, no las que celebraron el nacimiento del arco iris) es constatar que la apostasía -en la ciudad de Valencia- es mera anécdota que no merece ni el artículo que redacto.


Mil quinientas instancias, según los colectivos irritados por la presencia del Santo Padre, han pasado por la sede Arzobispal para que se les dé de baja del censo de cristianos en activo (según el director Pedro Almodóvar y su particular ábaco de contar serían varios millones) que no se corresponden con las docenas de triángulos rojos escondidos entre las miles de banderas que, celebrando el acontecimiento eclesial, hemos colocado los vecinos de buena voluntad.

Ya sabemos que, a partir de ahora, los mil quinientos carecen de legitimidad alguna para inmiscuirse en temas de nuestra Iglesia. Y, a partir de ahora, coherencia. Trasladar nuestras manifestaciones, así como nuestras creencias y nuestra Fe, a la vida política: votando únicamente a quienes nos garanticen la libertad religiosa. José Luis Rodríguez Zapatero no lo hace.


Analizo, no sin indignación.

Excelente y comprometido argumento inicial el de presentar una imagen tan falsa de la sociedad valenciana, puesto que la mayoría que menciona no es la de los balcones engalanados ni la de los devotos de la geperudeta, sino la de una población silenciosa que aguanta como puede esta invasión de fieles.

Los que sí se ha volcado en transformar la ciudad son, por descontado, los políticos que manejan nuestra economía y nuestras vidas. Los mismos, precisamente, que se han gastando ya lo que ha hecho falta en recibir al sumo teócrata del Vaticano y en promocionar el modelo de familia aria y afín a sus intereses, pero que ahorraron cuanto pudieron en la necesaria mejora de ciertas estructuras de transporte de escaso rendimiento. Lo que ha servido, de paso, para elevar algunas almas al imaginario cielo predicado por nuestros obispos.

¿Obediencia a ETA u obediencia al Papa? La disyuntiva es falsa. El Papa sabe bien lo que es el terrorismo, ya que su Iglesia lo ha practicado desde hace siglos. Santas Cruzadas, Inquisiciones, penitencias, condenas, prohibiciones, Concordatos con estados fascistas, protección a criminales de guerra, nacional-catolicismos varios, amores ocultos y beatificación de santos varones... En cuanto a ETA, ¿nadie ha pensado nunca en que el substrato moral que sostiene a los terroristas depende, siempre, de un subsuelo religioso, que convierte al asesino ideológico en mártir de su causa? Lo vemos también claramente en esos otros teócratas enloquecidos por las recompensas beatíficas de la yihad. Sí, definitivamente, la disyuntiva es falaz. Como esa insistencia tan discriminatoria y tan propia de estos católicos, que todo lo clasifican en los términos del bien y del mal.

Y Valencia, por supuesto, no es apóstata. La sociedad valenciana habita en un marco de convivencia, basado en el respeto y en la tolerancia. Al menos, buena parte de ella. Por eso, la decisión libre que algunos ciudadanos adoptamos el pasado día 24 frente al Arzobispado sirvió para acelerar un proceso fundamental en toda sociedad madura: el laicismo, es decir, una ética civil independiente de cualquier confesión o ideología religiosa. Un sistema de valores que garantice la libertad de pensamiento y el pluralismo.

De acuerdo, fuimos pocos los apóstatas, algo más de mil quinientos. Que en efecto no se corresponden con unas pocas docenas de triángulos rojos (exactamente, seis mil quinientos). Por eso quizá todavía pueda el señor obispo ser arrogante y contestar con un NO rotundo, pío, condenatorio, aunque sepa íntimamente que el derecho y la razón están de nuestra parte. Por eso, también, se nos quiere robar la legitimidad y, de paso, hacer campaña por el PP, abominar del proceso de paz recién comenzado y exaltar el sentimiento totalitario de lo más granado del catolicismo moderno. Así vamos. Así van.

Parecería que la familia que nos vende el EMF es en realidad la de don Vito Corleone. Que, por supuesto, no celebraba el arco iris...