La campaña iniciada hace unos días por Richard Dawkins, The Out Campaign, surge de la constatación de que la religiosidad constituye un peligro con un peso exagerado en nuestras sociedades. Se dirige a los ateos, y trata de facilitar la difusión y el reconocimiento de nuestro modo de concebir la realidad. Propone una “salida del armario”, un compromiso con nuestra propia identidad y con el derecho a declararnos públicamente inmunes a las ficciones de la fe. Se plantea con un sentido responsable y solidario del activismo ateo. Entre sus formas de actuar se habla de reuniones, conferencias y debates, de ejercer presión sobre los medios y los políticos, de la creación y mantenimiento de núcleos locales, etc. Existen muchos puntos en común con la Federación; compartimos una misma concepción del movimiento ateo, y de cómo éste puede y debe interactuar con el espacio social.
La primera fase organizativa del Concilio Ateo de Toledo está prácticamente resuelta. En septiembre daremos comienzo a una campaña de difusión que, mediante diversas etapas, no se cerrará hasta su apertura. Contamos con un amplio y seleccionado grupo de participantes, que tratarán de ofrecer una imagen correcta y comprensible del problema de los fundamentalismos religiosos y del desafío que suponen para la racionalidad y para la convivencia. A las conclusiones del Concilio obedecerán las pautas de activismo, de propaganda y de presión que habremos de encarar en el futuro como asociación. Apostamos por un proyecto participativo, plural, ambicioso e imaginativo, con capacidad para adaptarse a cada nueva circunstancia, para transmitir nuestro propio legado cultural y para modelar en la percepción pública un concepto claro y definido del ateísmo y la irreligiosidad. Y, por supuesto, para denunciar las estrategias de manipulación pretendidas por el clero, cualquiera que sea su aspecto, y las posturas reverenciales que ante sus consignas ensayan políticos, periodistas, jueces o dirigentes varios. Es decir, los portavoces de esas masas apegadas al orden religioso, a la costumbre y a la imposición moral.
Javier Sicilia ha hablado del “sueño de la catolicidad”, resumido en la concepción religiosa del orden social. Su realización comunitarista reduce la realidad a un delirio estético, a una geometría cósmica irracional basada en la jerarquía, la amenaza, el castigo, la redención y la parálisis cultural. Participar en la contienda, en defensa de nuestras libertades y de las viejas conquistas de la razón, casi equivale a un imperativo. Porque la Yihad está ahí, delante de nosotros. Sus ejércitos ondean las mismas exigencias. La alianza entre los partidarios de las varias ideologías religiosas es, de facto, una evidencia corroborada día a día, y su objetivo es la negación del saber, de la democracia y de la autonomía de los seres. Contra ello, es posible actuar ahora. O esperar a que sea demasiado tarde. Ya lo hemos dicho en otras ocasiones: ateísmo o barbarie. Tal es la opción definitiva.
(Editorial del Boletín crítico-informativo nº 134 de la Federación Internacional de Ateos).
The Oblivious Devout Keep Christianity Chugging Along
Hace 14 horas
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