24.6.09
Religión, ateísmo, poder
Ponencia de Paco Miñarro, Coordinador de la Federación Internacional de Ateos (FIdA), presentada en las II Jornadas de Librepensamiento organizadas por el Grupo Volia, integrado en la Federación Anarquista Ibérica (FAI), en el Teatro de las Aguas (Madrid), el pasado miércoles 17 de junio
Habitamos en una situación histórica y económica determinada por el neoliberalismo y por el poder abstracto del capital. Esto ha dado lugar a formas de autoritarismo menos evidentes que en épocas anteriores. Aliado con este nuevo imperio está el neocristianismo, con sus diversas ramas, ficticiamente enfrentado a un creciente fenómeno de islamización en los centros urbanos de Europa y en las sociedades periféricas de Asia y África. Ambos fenómenos ideológicos se basan en la irracionalidad y en la tradición, se retroalimentan mutuamente y mantienen a la humanidad en un ilusorio pulso de "civilizaciones".
La influencia moral que ejercen tiene claras consecuencias sobre la vida de la población, porque finalmente operan en el campo de la actividad política, entendida no como el conjunto de mecanismos y relaciones que favorecen la convivencia entre individuos libres, sino, por el contrario, en tanto que instrumento de control, de sedación y de adoctrinamiento. El complejo religioso, tal como se presenta en sus diversas variantes, requiere para su subsistencia de un modelo social jerárquico, y apela a la "libertad de culto" (o a la hegemonía ideológica) para imponer sus doctrinas y mantener sus privilegios.
Al anclarse en mitologemas, pueden prescindir de mayores explicaciones y seguir interfiriendo en el discurso político, oponiéndose a la racionalidad crítica que debería aplicarse en dicho contexto. Una racionalidad que, por otra parte, sólo puede provenir de una posición vital ajena por completo a cualquier fideísmo.
De manera que, en referencia a nuestro mundo y a nuestra cultura, la exigencia de una moral autónoma es el punto de partida necesario para una transformación radical de las relaciones sociales y para crear un espacio público de libertades reales, superando así el dominio de las ideologías religiosas o mercantiles, que reducen al ser humano a la categoría de siervo productor, de enajenado soporte de la mercancía y de objetivo pasivo de la manipulación y de la propaganda.
Es éste el mejor momento, pensamos, para que el ateísmo abandone un espacio acrítico de "pura opción filosófica" para convertirse en un potente factor de transformación social. El ateísmo contemporáneo implica la "descristianización" y la "desislamización" de las sociedades, el demoler mediante una crítica subversiva, punto por punto, toda esa red de mitologemas que justifican el poder verticalizado, la desigualdad de géneros, la explotación económica o la reducción de la cultura a una simple pieza del intercambio mercantil.
La jerarquía y la autoridad se basan en la aplicación terrenal de modelos celestiales. La religión es así el último bastión de cualquier ideología de la rapiña. Ser ateo, pues, implica un compromiso, una cierta clase de “insurrección existencial”, que detecte y neutralice, en la medida de lo posible, las ramificaciones y las consecuencias de la relación Señor-esclavo. El imaginario religioso no tiene otro objeto que la adecuación de los grupos humanos a un sistema de esclavitud libremente aceptado.
La religión es política. Tan simple ecuación permite establecer el principio de que la lucha contra la religión también debería ser materia política. Y de que se abordaría tanto desde presupuestos teóricos como desde una multitud de plataformas de activismo práctico, en forma de pequeñas organizaciones dotadas de coherencia interior y con estrategias claras, que incidan en reivindicaciones, acciones y gestos capaces de romper la gramática cultural que sustenta a la religión y a sus derivaciones. La ironía, la burla o la sátira constituyen una excelente herramienta, dado que ponen al descubierto el carácter superfluo y parasitario del clero, dejando en evidencia la inanidad de su discurso ultraconservador.
La religión es engaño masivo, ficción mitológica inspiradora de servidumbres voluntarias. El clero de todo pelaje aspira a la restauración de un nuevo tipo de feudalismo ideológico, dominado por la censura y por el miedo. Se da así la paradoja de una sociedad-mercado caracterizada por la uniformización del consumo y de sus redes de distribución, ligada a una atmósfera de revival religioso, en la que cabe cualquier variedad de pensamiento mágico.
Plantear una exigencia de racionalidad atea en un contexto dominado por la restauración idealista puede parecer una tarea abocada al fracaso. No cabe otra opción, sin embargo, que la de alertar acerca de la fase histórica en la que nos encontramos, denunciando el presente proceso oscurantista y examinando cómo las corporaciones religiosas, en su empeño por conservar el control social, buscan y se aseguran una íntima conexión con el poder político y económico.
¿Damos quizá demasiada importancia al papel de las religiones y de sus corporaciones? Es una crítica que se nos dirige con cierta frecuencia. Pudiera pensarse que el proceso normal de la actual civilización de masas desembocará en un predominio de la ética y del pensamiento crítico, que los fantasmas de lo irracional irán perdiendo terreno ante los descubrimientos científicos y que la lucha por los derechos y libertades finalizará con éxito algún día. Pero quien así piense ignorará los fundamentos tanto de la religión como de la megamáquina social que es su producto. Fundamentos que adquieren singularidad a partir de la psicología de masas y de los medios y mecanismos de transmisión cultural.
El ateísmo contemporáneo no puede, entonces, limitarse a una introspección intelectual, ni aspirar a igualarse en derechos con los creyentes, ni obcecarse tampoco en una especie de laicismo republicano que, en ocasiones, aspire a suplantar el papel social de lo religioso, transformándose él mismo en religión civil. Entendido correctamente, el ateísmo no ha de reducirse a la formulación de argumentos ateológicos. Su propio carácter ético induce a adoptar una posición crítica no sólo ante la religión o las filosofías del espíritu, sino también, y principalmente, ante las elaboraciones jurídicas, institucionales y somáticas que predominan en las sociedades contemporáneas y que constituyen un reflejo de aquellas.
Nos referimos, especialmente, a la Familia, el Estado y la Propiedad. Tres construcciones metafísicas. Tres ideologemas en cuyo núcleo respira el espiritualismo y el dogma. El patriarcado, la interiorización somática de los prejuicios sexuales, el vasallaje ante diversos grupos de presión, el ejército, el sistema penal carcelario, la industria, la penalización de las drogas o la organización del trabajo asalariado conforman otras tantas figuras del orden burgués que, desde un planteamiento radicalmente ateo, deben ser objeto de crítica y denuncia, precisamente en tanto que manifiestan características intrínsecamente ligadas a una interpretación metafísica del mundo.
Ésta es, suponemos, la razón de estas Jornadas sobre librepensamiento. Denuncia y constatación. Pero también búsqueda de remedios y alternativas, de autonomía, de herramientas de lucha. El proyecto FIdA pretende ser un escenario de ideas, pero ante todo un mecanismo de ataque. De ataque a los fundamentalismos, pero también de ataque a quienes por debilidad o interés permiten su avance.
La solución pasa por un desmontaje teórico y por un “contrato” con lo real. Nuestra propuesta de acabar con los monoteísmos, de rechazar con igual pasión la Biblia, la Torah y el Corán -libros únicos que no toleran a otros libros-, es la propuesta de un ateísmo post-cristiano, contra los integrismos y a favor de las luces de la razón y de los saberes de la filosofía más inmanente. Es hora de dar la espalda a las ficciones y a las fábulas. Es hora de plantar cara al odio contra la inteligencia, las mujeres, los cuerpos, los deseos, la vida.
Volver a la carne. A la libertad de los cuerpos, a la salud racionalista, al hedonismo revolucionario, a la inmanencia como ejercicio político. Este es el programa: la autonomía del individuo y la igualdad social. Sin dioses. Sin amos.
17.6.09
La FIdA en Ràdio Klara. Emisión nº 29 (12.06.09)
Seguimos con la consagración de la España de siempre a la "santa víscera" del "Sagrado Corazón", un acontecimiento tan simbólico como aberrante. A la vez, la Iglesia católica pretende estar ahorrando muchos millones de euros al Estado, según un informe recientemente emitido, por lo que pretende ahora que se les debería "devolver" una parte. Esto no deja de ser una descarada manipulación enfocada a confundir a la opinión pública, pero... ¿Qué no lo es, tratándose de la beata doctrina y de la política salvífica de la "Santa Madre"? Animamos a los obispos a que se dejen de negocios ruinosos, ya que tanto les cuestan. Y seguimos, porque vuelven tiempos inquisitoriales, con el caso del teólogo Queiruga, quien parece ser ahora objetivo prioritario de los torquemadas eclesiásticos, por hereje y poco dúctil al dogma.
Abordamos el "ridículo interplanetario" que el barbado Rajoy achaca a los ritos civiles. Laicismo de opereta, en nuestra opinión, por deriva imitativa de la religión. Pero síntoma también, por parte del Secretario General del PP, de la "marca" confesional de su partido. Para nosotros, el laicismo debería ser post-cristiano, romper definitivamente con la carga heredada de esa ficción metafísica que es el catolicismo, y no trasladar al Estado las características de los grandes ídolos de la religión. Difícil tarea, por otra parte...
Abundamos en el complicado papel de algunos obispos, que han de compaginar su tarea pastoral con ciertos asuntillos inmobiliarios poco transparentes. Pero la Iglesia pide y pedirá perdón cuantas veces haga falta, no va a ser por falta de ánimo. Es lo que hizo hace unos días nuestro amigo Cañizares, en su despedida a los fieles toledanos. Alguna penitencia pendiente rondará su iluminado espíritu.
Comentamos también el "proyecto de ley de muerte digna", una iniciativa del parlamento andaluz que, en nuestra opinión, se queda muy, muy corta. No auspiciamos una ofensiva contraria de la ICAR excesivamente escandalosa; esta vez se limitarán, seguro, a emitir algún improperio, dado que el proyecto no autoriza ni el suicidio asistido ni la eutanasia activa. Para la mentalidad atávica del clero, la muerte debe ser dolorosa y pasional, como la de su héroe mitológico. Pero lo que más les duele es la financiación, como se ha dicho. Y los furibundos latigazos del laicismo... Sobre todo los dirigidos contra aspirantes a santos tan conocidos como el cura pederasta -condenado finalmente- Julio César Grassi. Quince años de prisión no impiden que, hasta la sentencia sea firme, el cura disfrute de total libertad de movimientos. ¿Quién hay detrás de la fundación "Felices los niños"? Pues, evidentemente, grandes parásitos de la política y la judicatura y fortunas devotas. De ellos es el reino de los cielos...
Abierta ya la votación de los Torquemada de mayo. No dejéis de elegir a vuestros inquisidores favoritos. Esta vez, la palma se la está llevando el viejo Cañizares. Su verbo divino lo merece.
La FIdA en Ràdio Klara. Emisión nº 28 (05.06.09)
Las declaraciones aberrantes del alto clero de este país, con su inherente neurosis obsesiva, son nuestro tema fundamental hoy, ya que secundan las delictivas afirmaciones de Ratzinger en África, o tratan de limitar el impacto de los abusos sexuales por parte de la iglesia católica irlandesa. Y más: el proyecto de re-consagrar a España al "Sagrado Corazón de Jesús" implica una declaración de guerra contra el laicismo. Se trata de una estrategia simbólica que ya tiene una larga historia: comenzó con los monarquistas franceses, y el culto a la víscera compitió con el de la virgen en tanto que instrumento de control ideológico. Ahora se cumple el 90 aniversario del rito auspiciado por Alfonso XIII. Quieren acabar con la crisis a base de magia chamánica... Y la cadena pública de TVE parece que les va a seguir el juego.
Victimismo y reivindicación de la teocracia son las grandes herramientas pedagógicas del clero. E incluso recurso al asesinato, como se ha visto recientemente en los USA, por parte de ciertos grupos anti-abortistas, tan admirados y apoyados por la "Santa Madre". Cuán penosa persecución la del clero, empobrecido últimamente por la crisis económica y por las abultadas indemnizaciones que han de pagar a las víctimas de sus vicios para evitar juicios condenatorios... Harían mejor callando. Pero ello impediría que pudiéramos analizar el trasfondo de la política clerical, su afán de restauración, su plan ultraconservador vestido de moral natural.
El rebaño asume su condición, como en aquel discurso contra la servidumbre voluntaria del viejo amigo De la Boetie... Otros inquisidores: el Observatorio Anti-Difamación Religiosa. En la línea de sus habituales payasadas, ahora atacan a una cadena privada de TV por sus "constantes atentados contra la dignidad de la Iglesia". ¿Acaso no tienen nada mejor que hacer? El juego victimista tiene su miga. Los perseguidores se sienten perseguidos... Ay, "san" Diocleciano... Cuánto fundamentalismo suelto podría evitarse.
Mientras tanto, las corporaciones se mueven en pos de su cuota de financiación pública, mientras esgrimen su discurso homófobo y sectario. Tal es el carácter principal de las religiones: el blindaje, la censura, la ausencia de dignidad, la persecución del hereje, el totalitarismo ideológico. Comentamos finalmente dos casos escalofriantes: el del profesor italiano Alberto Marani y la condena en EEUU a un lector de manga en aplicación de una ley contra la pornografía infantil. ¿Retorno al pasado?
2.6.09
La FIdA en Ràdio Klara. Emisión nº 27 (29.05.09)
Abordamos las repercusiones más sonoras de este caso, así como las declaraciones de los cardenales Vincent Nichols y Cormac Murphy-O'Connor contra los ateos, en las que tildaron además de "valientes" a los sacerdotes involucrados en el Informe Ryan. También nuestro "amigo" Cañizares ha abierto hace poco la boca, en la línea de su conocida intransigencia clerical. David pone de relieve la estrecha coordinación existente entre los diversos grupos integristas católicos, y la notable influencia de Ratzinger y del documento "Crimen Sollicitacionis" en los procesos de obstrucción a la justicia con respecto a la pederastia del clero. Se trata, sin duda, de un asunto "endémico" y sistemático que afecta a toda la institución católica, y no de casos aislados o puntuales.
Por otra parte, la responsabilidad económica asumida por el Gobierno irlandés, gracias a los acuerdos con la Iglesia, libera de la mayor carga a las diócesis del país, con el resultado de que son los propios ciudadanos quienes deben soportar el pago de las indemnizaciones. Es más: dado que el informe Ryan no menciona un solo nombre, los culpables no podrán ser juzgados. Analizamos así la política vaticana al respecto (definida como "obstrucción" y "ocultamiento"), y abordamos igualmente un artículo aparecido en la revista "Alfa y Omega" en el que se justificaba la violación, "dada la banalización del sexo en los tiempos actuales".
Pasamos por encima de algunos temas curiosos: la violencia ejercida por el clero en un centro de toxicomanos en Serbia, la política multiconfesional de Blair, el avance del fundamentalismo islámico, la aplicación de la Sharia en Europa... En definitiva, seguimos llamando la atención sobre el espíritu criminal que anima a la enfermiza moral religiosa, y seguimos empeñados también en la necesidad de una "conjura" entre cuantos y cuantas nos consideramos individuos libres y autónomos.
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