20.4.07

Barbarie

Diariamente, el papel de las religiones y su voluntad de influir en nuestras vidas y contra las reformas sociales sigue un proceso aparentemente imparable. Ya lo declarábamos hace años en nuestro manifiesto: o ateísmo o barbarie. Barbarie a la que asistimos a través de los escándalos de la Iglesia, de su ímpetu regulador y normativo, del adoctrinamiento mediante la violencia, de sus estrategias, sus fórmulas de ataque y su defensa moral. Barbarie que comparten todas las ideologías basadas en la fe, y que establecen una rígida diferencia entre “el bien y el mal”, entre lo “puro” y lo “impuro”.

El fanatismo tiene rostro. Existe en las Hermanas de María, en los grupos pro-vida dirigidos por Ratzinger y por Rivera, en los enajenados que proclaman la Yihad salpicando sangre y en los obispos y cardenales que precisan de escolta armada. Existe en sus cadenas de radio, en sus medios de comunicación de masas y en sus ejércitos de fieles, cegados por el delirio y dominados por un impulso tanático. La Edad Media no es un peligro imaginario, ni una amenaza intangible. Pero frente a ella y a la oscuridad que pretende implantar, nos queda la memoria, la reflexión y el empleo de la razón científica. El auténtico legado europeo, si se entiende la expresión. Dios –como afirma Carlos Esperança- “es un peligro”. Pruebas no faltan. Consecuencias, por lo que se advierte, tampoco.


(Editorial del boletín digital de la FIdA nº 117, 16.04.07)

2 comentarios:

  1. Anónimo9:19 p. m.

    hay una confusión, entre no creer en las religiones y no creer en Dios. la madurez personal y de la especie para vincularse con Dios, pasa necesariamente por borrar toda cultura religiosa asi como tambien, el culto fánatico al paradigma racional-científico, que resulta ser otra religión más, que no deja crecer al ser humano.

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  2. No, por mi parte no hay confusión alguna. Y tanto la madurez personal como la de la especie pasan, por el contrario, por una desvinculación absoluta del concepto "dios". En cuanto a la calificación de la razón y de la ciencia como un "culto fanático" o como una "religión más", denota por tu parte precisamente ese relativismo post-moderno tan criticado por Ratzinger. Revisa tus esquemas, por favor. Un cordial saludo.

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