De Stéfano: "Von Wernich me pidió que hablara para que no me pegaran más ni me dieran más máquina".
El ex presidente de Rácing Club, Juan Destéfano, manifestó hoy que el ex capellán de la policía bonaerense, Cristian Von Wernich, no podía desconocer las torturas a que eran sometidos los secuestrados y afirmó que el sacerdote quiso convencerlo para que hablara y evitar con ello que le aplicaran picana.
Destéfano fue secuestrado en junio de 1976 y estuvo cautivo en los centros clandestinos de Arana, Coti Martínez y Puesto Vasco, junto al ex ministro bonaerense de Economía, Ramón Miralles; su hijo, el ex juez federal platense, Julio César Miralles, y el periodista Jacobo Timerman.
El ex presidente de Rácing declaró ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, que juzgó y condenó por genocida al ex represor Miguel Etchecolatz y que desde el 5 de julio último juzga a Cristian Von Wernich por 7 homicidios, 31 casos de torturas y 42 privaciones
ilegítimas de la libertad.
"En una oportunidad, estando en Puesto Vasco, viene el cura Von Wernich y me manifiesta que era conveniente que hablara para que no me pegaran más, para que no me dieran más máquina (picana eléctrica)", recordó.
Destéfano afirmó que ante esa propuesta "yo lo insulté; le dije que no precisaba que un hombre de la Iglesia me hiciera ningún comentario y que no entendía cómo un representante de la Iglesia estaba en un lugar de detención clandestina. Lo traté muy mal".
"Después lo vi pasar caminando junto a un comisario de Avellaneda, de apellido Rousse, era como su casa (Puesto Vasco). El (Von Wernich) participaba de la patota de torturadores y represores, de Tarela, Etcehcolatz, el correntino (Milton Pretti)", dijo.Von Wernich "era un partícipe más del grupo que torturaba y detenía", remarcó.
Destéfano fue secretario de la Gobernación durante la gestión del gobernador bonaerense Victorio Calabró y fue torturado en Arana en presencia de Miguel Etchecolatz, Ramón Camps y el médico de policía Jorge Bergés. Luego fue trasladado a Puesto Vasco, donde varias personas que estuvieron secuestrados allí afirmaron que el sacerdote visitaba las celdas y, con el argumento de brindar un asistencia espiritual, obtenía información a los detenidos, quienes luego eran interrogados al respecto cuando eran torturados.
Von Wernich está acusado de ser partícipe necesario de la privación ilegítima de la libertad del ex presidente de Rácing. 05:01.
Fuente texto: Télam
Fuente video: TN Noticias
20.7.07
Caso Von Wernich - Declaraciones de De Stefano
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
LOS CURAS VENIDOS DEL INFIERNO
ResponderEliminar(X Luis Agüero Wagner)
Aunque a esta altura de los acontecimientos tal vez muchos tengan la percepción de que el título alude a Fernando Lugo, en verdad se refiere a la forma en que medios de prensa argentinos han bautizado a Christian Von Wernich, confesor del ex Jefe de la Policía Bonaerense, Ramón Camps, detenido desde septiembre de 2003 acusado de numerosos homicidios y múltiples casos de privaciones ilegales de la libertad y torturas. Los hechos fueron registrados durante la última dictadura militar argentina, en diferentes Centros Clandestinos de Detención, delitos por los cuales se inició su procesamiento en la ciudad de La Plata.
Los delitos cometidos por Von Wernich y otros jerarcas de la Iglesia Católica fueron probados sobradamente en los testimonios de los sobrevivientes de los diferentes centros clandestinos y que fueron recogidos en 1985 en el Informe de la Comisión Nacional de Desaparecidos, algo que difícilmente pueda suceder en Paraguay, donde un sacerdote católico preside la Comisión de Verdad y Justicia, que ya se auto-adjudicó un oneroso presupuesto en medio de polémicas al respecto.
A pesar de las abrumadoras pruebas de su directa participación, Von Wernich había permanecido impune debido a las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. El cura también participaba en sesiones de tortura, además de actuar como ejecutante directo en el asesinato y posterior quema de tres detenidos a quienes arrancaron de comisarías asegurando que sólo los deportarían. En uno de estos casos, detuvieron por el camino el vehículo policial para ejecutarlos y uno de los cuatro represores (un policía karateka que después se arrepentiría y confesaría lo que había hecho) le dio un fuerte golpe en la cara a uno de los secuestrados con el objeto de dejarlo inconsciente. Uno de ellos se resistió y empezó a sangrar profusamente, manchando con sangre en la trifulca al cura, al chofer y al karateka. El coche se detuvo, los tripulantes descendieron y mientras el cura y los otros policías los sujetaban, uno de los represores les inyectó un veneno directamente en el corazón, causándoles la muerte inmediata. En diferentes situaciones parecidas, Von Wernich asesinó o participó en el secuestro, extorsión, tortura, asesinato, desaparición y ultraje de cadáveres de más de treinta personas.
Según consta en los Archivos del Terror paraguayo, abundaban ejemplos análogos de religiosos con la misma conducta en nuestro país, algunos de los cuales oficiaron sin remordimientos como delatores al servicio del temible jefe de la policía política Pastor Coronel. Se ha publicado que el 17 de enero de 1978 la religiosa Gilberta Lovera, por dar un ejemplo, se presentó ante las autoridades policiales solicitando la intervención represiva de las mismas en la Parroquia “San Cristóbal” dado que un charlatán canadiense realizaba allí una prédica subversiva que elogiaba al comunismo. También son bastantes conocidos los ejemplos de capellanes católicos e incluso obispos desvinculados del estado que desde el púlpito cantaban loas a la dictadura militar del General Stroessner.
Ejemplos tan cercanos geográfica y políticamente al caso paraguayo como el de Von Wernich, contribuyen a ensombrecer aún más el manto de dudas que cubre a la Comisión de Verdad y Justicia paraguaya presidida por Mario Melanio Medina, a la que investigadores del Archivo del Terror ya han acusado de omitir en sus denuncias públicas cerca de 8.000 fichas de víctimas de la dictadura.
Eso en país donde la libertad expresión está controlada en más de un 90 por ciento por una pequeña red de asociaciones vinculadas entre sí, que comparten el antecedente de haber estado vinculadas a la dictadura y que para colmo, son regadas permanentemente con dólares provenientes de la embajada norteamericana.
LUIS AGÜERO WAGNER.