La FIdA en Ràdio Klara. Emisión nº 15 (27/02/09)

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Empezamos hoy hablando de herejes y condenados: Franco Coppoli, profesor de historia y literatura de un instituto profesional PÚBLICO italiano, que ha sido suspendido de empleo y sueldo durante 30 días por una decisión del Consejo Nacional de la Educación Pública (Consiglio nazionale della pubblica istruzione). ¿Su crímen? Haber quitado el crucifijo de la pared durante las horas de clase. El profesor devolvía el símbolo religioso a su sitio al acabar sus clases, pero el director del centro, Giuseppe Metastasio, denunció al profesor ante el Consejo Nacional, que ha sido más duro con él que con los profesores acusados de acoso sexual hacia los alumnos (suspensión de uno a diez días). El profesor Franco Coppoli se ha defendido apoyándose en la laicidad del Estado, la libertad de enseñanza y la libertad religiosa, pero la suspensión ha sido confirmada por la Oficina Regional de Educación.

Seguimos con una crítica ineludible: el papel de la monarquía española y sus relaciones casposas con el alto clero. Hemos visto que el Centro de Estudios Universitarios San Pablo (CEU) ha celebrado su 75 aniversario. Y lo han celebrado con una misa y un ataque furioso al laicismo y a la "extensión del ateísmo" en España, en la que han participado elementos tan folklóricos como Leticia Ortiz, Felipe de Borbón, Marcelino Oreja, Rouco Varela o Alfredo Dagnino. Toda a la gloria de la Asociación Católica de Propagandistas... Y, por supuesto, encaramos un problema inherente a la situación política de este país: la financiación pública de las organizaciones religiosas. Casos recientes: 480.000 Euros donados por el Gobierno catalán, de mano de Carod Rovira, a unas cuantas mafias del espíritu. Eso sí, la pluralidad religiosa por encima de todo. Otro: la estrategia de la iglesia navarra, basada en escriturar a su nombre cuanta propiedad pública caiga bajo sus garras. En el Concejo de Azcona, el Arzobispado insta a desmontar el consultorio médico, alegando que el edificio en el que se instaló les pertenece desde los años cincuenta.

No dejamos de lado las millonarias idemnizaciones que ha soltado la compañía aseguradora de la iglesia de Irlanda por unos cuantos casos de abuso sexual, ni el proceso de derechización feudal del Vaticano, ni las jugosas declaraciones que regularmente nos regala el santo clero, como aquella que llamaba a la "nueva evangelización" de España -tanto apóstata y hereje no puede ser bueno, de manera que el planteamiento es reconducirnos a todos al redil-.

Naturalmente, tratamos el asunto de la cesión, por parte del Ayuntamiento madrileño, al Arzobispado, para la construcción de un "pequeño Vaticano" en la Cornisa de san Francisco, una zona verde de más de 25.000 m2. La FIdA ha participado activamente en las protestas y concentraciones que se han llevado a cabo este fin de semana en Madrid.

Manolo Gallego y Paco Miñarro no se cortan un pelo en criticar a unos y a otros. Frente a la barbarie religiosa no cabe sino la exigencia rotunda de una racionalidad atea. El laicismo parece ser un objetivo cada día más lejano, quizá. Pero, sin duda, nuestros adversarios seguirán tropezando una y mil veces con nuestra firme voluntad de plantarles cara.