Nada extraño, en un país protegido por el sagrado corazón de jesús, con los grupos narcoparamilitares gobernando, con la iglesia y la burguesía más fascista del planeta, con cuatro millones de desplazados, con cinco mil integrantes de la Unión Patriótica asesinados con la bendición del clero... nada extraño en ese país bañado en sangre, en ignorancia y en fanatismo religioso. Todas las pestes van de la mano.
Nada extraño, en un país protegido por el sagrado corazón de jesús, con los grupos narcoparamilitares gobernando, con la iglesia y la burguesía más fascista del planeta, con cuatro millones de desplazados, con cinco mil integrantes de la Unión Patriótica asesinados con la bendición del clero... nada extraño en ese país bañado en sangre, en ignorancia y en fanatismo religioso. Todas las pestes van de la mano.
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