Los talibanes de ‘Hazte Oír’ vuelven a consumir Heineken (sin alcohol)

La campaña de presión del grupo integrista católico “Hazte Oir” contra la cadena de televisión La Sexta ha obtenido un triunfo parcial al conseguir que el director de relaciones públicas de Heineken España S. A., Diego Antoñanzas, haya prometido retirar la publicidad del espacio “Salvados por…”, atendiendo al “carácter ofensivo” del programa y a su marcado “sesgo laicista”.

Los matones de naranja conocidos como “Hazte Oír”, liderados por el ultraderechista Ignacio Arsuaga, se felicitan por ello en su web, y anuncian que continuarán la presión contra otras empresas anunciantes, por lo que denominan “ataques a la libertad religiosa” por parte de la cadena. Meses atrás, sus homólogos talibanes de medio mundo llamaban a boicotear los productos daneses, a raíz de la publicación de unas caricaturas a las que consideraban igualmente “ofensivas” para con su profeta. En Estados Unidos, hace una semana, otro grupo de fundamentalistas cristianos lanzaba una campaña contra la cadena de establecimientos Starbucks, al comprobar que su histórico logo, un diseño noruego del siglo VI que representa a una sirena con dos colas, “tenía una mujer desnuda con sus piernas abiertas como una prostituta”.

La mirada de los fanáticos deforma la realidad, porque la ven sometida a la ordenanza de sus dogmas. Los cruzados de Arsuaga, además, han elevado la modesta corriente eléctrica de sus neuronas a la categoría de chantaje, y la denigrante decisión de los directivos de Heineken equivale a un paso atrás en el eterno conflicto entre la sátira inteligente y la fe religiosa. No se nos escapa que la única intención de este colectivo de integristas es la del consumo interno, tratando siempre de jalear a sus adeptos con la máxima goebbeliana de la falsa unanimidad (¿o debiéramos decir “una-nimiedad”?).

La FIdA, en una breve investigación sobre Heineken (tan breve que ha constado de una única visita a su página web), ha logrado averiguar que los "diecisiete mil" apoyos que ha recibido esta singular campaña para lograr que el grupo cervecero retire su publicidad de "Salvados por la Iglesia" a partir del segundo capítulo de una serie que consta de dos, se reduce a "unos pocos mails".

Visto el escaso entusiasmo que ha debido experimentar el señor director de relaciones públicas de Heineken España al conceder a los apasionados fanáticos lo solicitado, que se ha debido limitar a un "sí, dile a esos locos que no se alteren, que no vamos a colocar más publicidad de la Buckler en los intermedios de ese programa que ya ha terminado", nos sabe mal mostrarnos beligerantes con una empresa que tantas alegrías nos ha proporcionado.

Es por eso que no vamos a respaldar la iniciativa que ya se difunde por algunos foros de Internet de boicotear los productos de Heineken como castigo a su cobarde colaboracionismo con la ideología fundamentalista católica. Consideramos este colaboracionismo más bien pasivo y paupérrimo. Pero no perdemos la ocasión de hacerles llegar este escrito para que consideren que las campañas de boicot se pueden hacer en todos los sentidos y desde todos los ámbitos. Los "cientos de miles" de militantes de "Hazte Oír", los "millones" que llenaban la Plaza de Oriente, o los "poquitos" laicos y librepensadores que aún quedamos. Por cierto, ¿han pensado Vds. en cuántos bebedores de cerveza tendrá la Federación Internacional de Ateos, y en cuántos el Opus Dei? Es una simple sugerencia...

Piensen Vds. que, al fin y al cabo, no se puede dar gusto a todo el mundo a la vez. Y no creemos que vayan a disociar la imagen de su cerveza de la fabulosa tapita de jamón que la acompaña en el imaginario colectivo por no herir sensibilidades islamistas, ni a declarar kosher la bebida por si ataca el lobby ultraortodoxo judío, y, por qué no, también rogar su perdón por anticipado a Xenu, el alien que va a llevarse a los cienciólogos a un mundo mejor, simplemente por si acaso.

Lamentablemente, toda actividad en este mundo va a herir susceptibilidades. Toda agrupación de seres humanos tiende a creerse autorizada a calentar la cabeza a los demás predicando su "verdad" y, en esto, las religiones son campeonas. Actúen Vds. con libertad y no se corten, queridos amigos de Heineken. Como debería hacer también un gobierno democrático y laico (valga la redundancia), o como proponemos los colectivos laicistas y ateos desde hace tiempo a la ciudadanía en general. Merece la pena no tener que preocuparse de estos quebraderos de cabeza.

En cuanto a los ¿señores? de "Hazte oír", pues nada, a seguir con lo suyo. Diviértanse. Los ateos somos hedonistas y consideramos que todo el mundo tiene derecho a procurarse felicidad. Nos cuesta entender que Vds. se la procuren como la anciana que vigilaba el río con prismáticos para quejarse del escándalo de que los chicos se bañasen desnudos, pero… ya son Vds. mayorcitos. Y aprendan, aprendan de la tolerancia de los demás. Si tienen mucho en común con ellos… ¿No ven que propugnan "pensar en verde", y Vds., en lo de pensar, andan muy "verdes"? Patricia Conde les manda un beso a todos. Creemos. No se lo hemos preguntado.

Gracias por ponérnoslo tan fácil en nuestra labor de ridiculizar a las creencias religiosas.

Comité Ejecutivo de la Federación Internacional de Ateos (FIdA)