18.8.08

Patrullas de ortodoxos imponen su ley en las calles de Israel

Al joven David Biton le partieron la cara la semana pasada. A sus 19 años se atrevió a salir a dar un paseo por su ciudad el viernes por la noche con unas chicas de su edad, algo intolerable para los guardianes del recato que atemorizan a los habitantes de Betar Illit, un asentamiento de Cisjordania en el que viven 40.000 colonos ultraortodoxos. Hace unos días, un grupo de estos integristas atacó a una mujer en su domicilio, acusándola de "inmodestia". Los guardianes de la moral, tal como les gusta ser reconocidos, dicen actuar en nombre de "Dios" contra todo aquello que quebranta las leyes religiosas que defienden, en especial las normas del "recato" que inmensos carteles distribuidos por la ciudad se encargan de recordar: falda larga y camisa de manga larga, sin escote ni transparencias para las mujeres. Para ellos, pantalón negro, camisa blanca, y sombrero negro o sólo kipa, en función de la secta a la que pertenezcan. En Jerusalén hay un grupo que tira lejía a la ropa de las mujeres cuando la falda o las mangas de la camisa son demasiado cortas. Otros se suben a los autobuses para asegurarse de que las mujeres van bien vestidas y no se mezclan en los asientos con los hombres. No dudan tampoco en intimidar por ejemplo a quien ose organizar un concierto u otras actividades de ocio. Más en El País, 18.08.08.

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