15.9.08

La "arriesgada" masturbación femenina

Otro ejemplo de la sabiduría islámica, el Sheik sunnita Yousuf Al-Qaradhawi, el mismo que anunció en 2002 la inminente conquista de Roma. Emitido por Qatar TV el 28 de octubre de 2006.

"La masturbación femenina es más arriesgada que la masturbación masculina. La masturbación en el hombre no es tan arriesgada. A veces la mujer se mete los dedos, o incluso objetos que pueden ser especialmente peligrosos, dado que el himen es muy sensible, y jugar con él podría rasgarlo. Esto puede exponer a la mujer a graves acusaciones. Ella podría defenderse diciendo esto o aquello, pero no será creída. Ellos pensarán que la mujer habrá debido tener relaciones prohibidas con algunos chicos. De esta forma, la mujer queda expuesta ante acusaciones de fornicación. Atraerá así una gran desgracia sobre ella y sobre su familia. Será un desastre. Algunos podrían incluso matarla. Porque algunos no se detienen en las fronteras de la ley religiosa. Conducidos por la envidia y la rabia, podrían cometer el crimen de matar a la mujer. Obviamente, ese crimen está prohibido y sería un grave pecado. Incluso si ha fornicado, una mujer no merece ser asesinada. Como mucho, debería ser azotada, si confiesa cuatro veces o hay testigos. Así que no recomiendo a ninguna mujer a que se exponga a esto. Una mujer debe ser paciente. Las cosas que le sirven de tentación, siento decirlo, son las que unas se enseñan a otras. Una le cuenta a la otra, ‘he hecho esto y eso’ o ‘he visto una película donde hacen esto y lo otro’. Algunos canales de televisión, especialmente los europeos, muestran actos sexuales grotescos, inaceptables según nuestras normas, nuestros valores morales y nuestras leyes religiosas. Rechazamos esas cosas. Esas películas nudistas escandalosas. Nuestras mujeres podrían aprender cosas de esa gente. Una mujer musulmana debe comprometerse a lo que su Dios ha decretado. Debe cuidarse, rezar, temer a Dios y mantenerse ocupada. Puede leer un bonito libro, hacer las tareas de la casa, unirse a la caridad, utilizar en suma su tiempo haciendo cosas que le sean útiles, en este mundo y en el mundo por venir, en lugar de obsesionarse por satisfacer sus impulsos, especialmente de una forma prohibida por la ley religiosa".

1 comentario:

  1. Hay que conceder cierta credibilidad a este santo hombre: a diferencia de ciertas doctrinas de la medicina-ficción del s. XIX (ceguera, etc.) aquí se habla de un peligro real: "Nena, no te masturbes, no sea que a causa de tu himen rasgado vayan a pensar que no eres virgen y tus familiares te asesinen para lavar su honor".

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